Bruselas revisará el gran acuerdo de intercambio de datos con EE UU
La Unión Europea cree que el gran acuerdo de intercambio de datos con Estados Unidos no es tan seguro como parecía. La vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, ha adelantado a este diario que ha decidido revisarlo, una iniciativa que va a comunicar hoy mismo a los Estados miembros.
Europa y Estados Unidos suscribieron en el año 2000 el llamado safe harbour (puerto seguro), que permite a más de 3.000 empresas de ambos bloques intercambiar información a cambio de cumplir unos criterios de seguridad. “Tengo serias dudas de que sea tan seguro; el estándar que se aplica en Estados Unidos es mucho más bajo que el de la Unión Europea y por tanto vamos a revisarlo”, ha asegurado la comisaria a EL PAÍS.
La iniciativa responde al malestar creado entre los dos territorios a raíz de los escándalos de espionaje estadounidense, que han indignado a Europa aunque las autoridades han reaccionado de manera tibia ante unas prácticas que les han afectado directamente. Con este paso, Reding pretende endurecer esa respuesta y presionar al Gobierno estadounidense para que ofrezca mayores garantías al intercambio de datos.
La comisaria tendrá la oportunidad de discutir sobre este asunto con los ministros europeos de Interior y Justicia, reunidos desde ayer en Vilnius (Lituania) en un consejo informal. En ese mismo encuentro, Francia y Alemania han querido también trasladar un mensaje de firmeza y han presentado un documento sobre la necesidad de acelerar la reforma de la norma de protección de datos al hilo de los episodios de espionaje conocidos. Europa negocia desde hace año y medio ese paquete, sin que aún se hayan producido avances sustanciales.
En la declaración francoalemana, de tres escuetos párrafos, los dos países insisten en la idea de contar cuanto antes con normas comunitarias más estrictas, aunque no aclaran qué pasos van a dar para lograrlo. En el texto, los ministros de Justicia de Alemania y Francia se declaran “muy preocupados” por las recientes revelaciones relacionadas con el programa de espionaje Prisma y señalan que el acceso de autoridades extranjeras a datos personales tiene “un impacto significativo en la privacidad que debe ser estrictamente limitado y fuertemente controlado”. Los titulares de Justicia concluyen que las actuales negociaciones sobre el paquete de protección de datos están “directamente ligadas” a estas cuestiones.