PyMEs fideeras: la incertidumbre hace peligrar los puestos de trabajo

Los días difíciles parecen no terminar para las PyMEs que elaboran pastas secas. A la aparente distensión de los últimos 10 días sobrevinieron nuevas preocupaciones: disparidad en los precios, descapitalización, y puestos de trabajo en riesgo.

Desde que la harina comenzó su escalada allá por el mes de mayo, la industria fideera no ha dejado de padecer. En pocos meses esta situación ha dinamitado el mercado tal cuál se conocía, perjudicando sobre todo a las PyMEs. Rápidamente ha desaparecido el equilibrio preexistente y la problemática de las empresas difiere mucho entre sí.

Las características particulares del año en curso han sembrado la confusión y han modificado las reglas de juego del sector. Dos tipos de empresa están sufriendo particularmente esta coyuntura: las que no pueden acopiar materia prima y aquellas que emplean mano de obra intensiva. Justamente, las más pequeñas.

Esta situación ha sido seguida con atención por parte de los sindicatos fideeros. Uno de ellos (S.A.T.I.F), convocó hace quince días a una reunión urgente en la sede de la UIFRA, dónde planteó su preocupación ya que algunas empresas habían empezado a frenar la producción o a adelantar vacaciones.

Estos mismos establecimientos atraviesan una grave situación económica generada por una serie de condiciones adversas que se han configurado en los últimos meses:
-Aumentan los costos de producción, y la necesidad de capital de trabajo es mayor por el precio de la harina.
-El congelamiento que pesa sobre algunas marcas baja el precio de referencia, y las PyMEs pierden competitividad.
-Las condiciones macroeconómicas desalientan la exportación y grandes volúmenes de producción son volcados al mercado interno provocando un exceso de oferta.

A diferencia de los grandes jugadores del mercado, los pequeños establecimientos tienen menor margen de maniobra ante la adversidad: pocas líneas de productos, de bajo valor agregado, debilidad financiera y bajo poder de negociación. Perder lugares en góndola o mantenerse paralizados aún por corto tiempo amenaza la continuidad del negocio.

Otra situación conflictiva que ha sumado más inconvenientes en los últimos días corresponde al paro de la Asociación de Transportistas de Cereales y Afines (Atcade), el cuál ha dejado desabastecidas a varias empresas del interior de la Provincia de Buenos Aires, asi como también a los molinos harineros de la zona.