Finalmente, el presidente Barack Obama designó ayer a Noé Mamet embajador de Estados Unidos en la Argentina. El próximo paso de la Casa Blanca será girar la designación al Senado norteamericano para su aprobación y así poder enviar al nuevo emisario de Washington a Buenos Aires.

Mamet llegará a la Argentina en medio una relación turbulenta entre ambas administraciones: de hecho, Cristina Kirchner estará el martes próximo en el Consejo de Seguridad de la ONU para quejarse por las denuncias de presunto espionaje que hizo Washington en América latina y el gobierno argentino espera que la justicia norteamericana defina en lo inmediato el juicio por los "fondos buitre".

El designado embajador norteamericano no es un diplomático de carrera. Por el contrario, es un hombre que proviene de la política y los negocios. Es demócrata y hombre de confianza de Obama, a tal punto que fue patrocinador de los fondos de campaña del actual presidente de Estados Unidos. Antes, Mamet fue asesor del líder demócrata de la Cámara de Representantes, Richard Gephardt, y trabajó para la fundación de Bill Clinton. No sólo esto: también trabajó con las ex secretarias de Estado Hillary Clinton y Madeleine Albright. Mamet, que reemplazará a Vilma Martínez en la embajada norteamericana en Buenos Aires, actualmente vive en California.