Las luces de alerta se encendieron en Punta del Este. Los efectos del parate inversor que se registra en el negocio del real estate en la Argentina también se empiezan a sentir en el balneario uruguayo. Es que hoy, los inversores argentinos ya no ven con los mejores ojos el hecho de comprar una propiedad en esa localidad, una postura que alcanza, incluso, a quienes deben mantener un inmueble allí que han comenzado a ponerlos en venta.

El alza de los precios, sumado a la imposibilidad de tener un acceso cómodo a los dólares –la única moneda con la que se opera en el mercado inmobiliario esteño–, complicaron el panorama.

Igor Martínez, a cargo de la sucursal de Punta del Este de Tizado Propiedades, reconoció que la situación actual no es la ideal, y sostuvo que “el nivel de ventas está muy trabado”. El especialista entiende que “no es que la actividad se haya paralizado”, sino que “avanza a un ritmo demasiado lento”, una ecuación que arroja como resultado una realidad poco feliz.
“Los inversores argentinos tienen puesto un freno en cuanto a la toma de decisiones y esto lleva a que no haya fluidez en el mercado”, precisó Martínez.

La importancia que tiene la participación de los argentinos en el mercado de Punta del Este es muy fuerte, y por esto la preocupación en torno de su poder de compra es creciente.
Se estima que cerca de un 70% de los inmuebles esteños está en poder de inversores locales. Y tradicionalmente, la tendencia fue creciente, aunque desde que se impuso el corralito cambiario ese porcentaje se estancó.

Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios uruguaya FDI, dijo, en declaraciones al diario El País, que “se juntaron las siete plagas”, al explicar las razones del estancamiento en las ventas.

El empresario, atento a esa alta participación de los argentinos, consideró que los inversores de este lado “se empobrecieron” debido a la suba de la cotización del dólar paralelo, entre otras cuestiones.
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El inversor promedio que llegó a Maldonado es dueño de pequeñas y medianas empresas, pero está en grave situación económica y financiera. Y esa plata que había salido a colocar allí para tener una reserva de valor, ahora lo está necesitando”, explicó el empresario.
Este panorama, incluso, no sólo provocó una baja en el nivel de operaciones, sino que algunos dueños también decidieron poner en venta sus inmuebles, como una forma de reducir gastos o hacerse de los dólares en efectivo.

Contrariamente a lo que se podría suponer, esta realidad no provocó una baja en el precio de las propiedades en Punta del Este. Martínez afirmó que una situación como esta “sería totalmente imposible”, ya que el costo de la construcción en Uruguay se incrementó cerca de un 30% durante los últimos tiempos.
En cuanto al futuro, los especialistas estiman que el clima de espera se mantendrá, al menos, hasta octubre, una vez que se hayan realizado las elecciones legislativas en la Argentina.