Los conducidos por “Pep” empezaron con un gran ritmo. Después de recuperar la posesión en el centro del campo tras un despeje erróneo del portero Marc Ter Stegen, Ribery se hizo con el balón en tres cuartos de cancha y encontró, con un certero pase, a Robben, que al primer toque hizo el 1-0.

El Bayern parecía no haber perdido la velocidad que lo llevó a lograr el triplete (Liga-Copa-Champions) el año pasado, dado que cuatro minutos después Mandzukic hizo el segundo empujando el balón a la portería tras un saque de falta de Robben que remató Ribery y que Ter Stegen dejó en los pies del croata.

Sin embargo, el Moenchengladbach llegaba con claridad. El angoleño Raffael pudo marcar con un remate al lateral de la red tras un contraataque y con un disparo sin convicción cuando estaba en buena posición.

La defensa del Bayern, vulnerable durante todo el partido, quedó otra vez retratada en un centro del venezolano Juan Arango en el que no se pusieron de acuerdo el brasileño Dante y Manuel Neuer. Finalmente, el defensa acabó haciendo el 2-1 en la propia puerta.

El primer tiempo, lleno de alternativas, finalizó con un gran disparo de Muller, pero Ter Stegen respondió con una ágil parada a mano cambiada. En tanto, el alto ritmo continuó tras la reanudación; el Bayern movía el balón de banda a banda con una gran participación de Robben y Ribery, muy activos y asociativos.

Pero el Moenchengladbach seguía llegando con claridad, lo que evidenciaba los problemas en la estructura defensiva local. A los 3 del complemento, Max Kruse remató con todo a favor, pero se topó con su compañero Raffael. La sentencia local pudo llegar con un disparo de Toni Kroos desde la frontal del área que se fue alto.

Posteriormente se produjo la jugada más curiosa del partido, cuando el árbitro señaló dos penales consecutivos por mano dentro del área al central español Álvaro Domínguez. En el primero Ter Stegen hizo un paradón a Muller, pero el defensa volvió a tocar el balón con la mano en el rechace y hubo un segundo penal. El austríaco David Alaba engañó al guardameta y marcó el 3-1 que significó los primeros tres puntos para Pep Guardiola en la Bundesliga.