Los Pumas sufrieron una goleada histórica
El equipo argentino no incomodó a Sudáfrica, que se impuso cómodamente por 73-13 en la primera fecha del Rugby Championship. Con poco para destacar, el equipo de Phelan deberá mejorar para la revancha del sábado en Mendoza.
No tuvo ninguna chance Argentina. Lejos del debut del año pasado, en el que dio una buena imagen y peleó hasta el final, esta vez Los Pumas no estuvieron a la altura del Rugby Championship y padecieron una derrota ante Sudáfrica por 73-13 tan dolorosa como justificada en el desarrollo del partido.
En ningún momento del partido el equipo de Santiago Phelan supo ejercer el control de la pelota. Con inmensos problemas en las formaciones, tanto en las fijas como en las móviles, la posesión era tan esporádica como desprolija. Con la presión incesante de Sudáfrica, el seleccionado nacional padeció cada minuto del partido y solo al comienzo amenazó el ingoal rival.
Pero sobre el final del primer tiempo la paridad desapareció para siempre. Las lesiones de Patricio Albacete y Juan Martín Hernández más la amarilla a Eusebio Guiñazú fueron los detonantes del encuentro. Desde allí, con un hombres menos y dos emblemas afuera de la cancha, ya no hubo partido y fue un monólogo de los de verde, que se lucieron ante su público y no se cansaron de apoyar en el ingoal argentino. En total fueron diez tries.
Los Springboks aprovecharon el gran poderío de sus forwards y mandaron desde una prolija obtención de pelota. Tanto en lines como en scrums, el dominio fue absoluto. Argentina debía doblegar en número a su rival para tratar de emparejar las formaciones móviles, y la falta de balance en la cancha se cristalizaba en tries y en una diferencia de jerarquía que dejó a Phelan con muchísimas preocupaciones.
El 73-13 final es un cimbronazo duro de asimilar para Los Pumas, que llegaban con la ilusión de mejorar lo hecho el año pasado, cuando aquel 27-6 fue el preludio del empate en la segunda fecha en Mendoza. Ahora, en el mismo escenario, el seleccionado argentino intentará lavar su pobre imagen cuando asuma la revancha ante un Sudáfrica al que le sobraron los recursos para quedarse con la victoria.