Tenso debate electoral ante las cámaras en Alemania

La canciller Angela Merkel compareció ante las cámaras sonriente y tranquila, con una chaqueta negra y un collar de cuentas tricolor como la bandera de Alemania. Su rival Peer Steinbrück, candidato socialdemócrata (SPD) a las elecciones del 22 de septiembre, salió al ataque y fue ganando en aplomo en la segunda mitad de su único debate electoral con la jefa del Gobierno y flemática líder de los democristianos alemanes (CDU). Merkel mantuvo su actitud presidencial desde el primer minuto. Ambos aspirantes a ocupar la Cancillería en la próxima legislatura inauguraban así el domingo por la noche la fase final de la campaña en un cara a cara televisado.

Tras ganar un sorteo, Steinbrück abrió el duelo con gestos de nerviosismo, atacando de frente la “indecisión” de Merkel y criticando su política de “saltar de una cumbre a otra” para tratar de solucionar los problemas en Europa. Merkel empezó destacando lo que será su gran baza ante las elecciones, la “buena situación” económica de Alemania bajo su mandato. Reclamó la “confianza” de los ciudadanos para que “siga el buen curso económico”. Destacó el estado del país con el de “otras regiones” golpeadas por la crisis. En comparación, “lo que hemos hecho es relativamente sensacional”, afirmó. Steinbrück trató de enumerar las preocupaciones y los miedos de los alemanes menos favorecidos por la bonanza. Alemania, dijo, “está expuesta a considerables riesgos” por la crisis europea. Escurriéndose de la pregunta sobre la cantidad que costará un tercer rescate griego, Merkel defendió los paquetes anteriores e insistió en que “las decisiones se toman cuando es necesario”.

Aquí buscó Steinbrück un flanco para atacar a la canciller, cuyo partido lidera todas las encuestas. Alemania tiene “una obligación de ayudar a los socios”, recordó. Dijo que el SPD ha apoyado al Gobierno de Merkel en su política de rescates por “responsabilidad”. Aquí se reveló otra vez la paradoja en la que ha caído el SPD que, pese a sus críticas a la austeridad propugnada por Merkel, ha votado a favor de todos los programas de rescate presentados por el Gobierno en el Parlamento. No obstante, Steinbrück declaró el domingo “fracasada” la estrategia para salir de la crisis, dirigida en buena parte por Merkel. Defendió al Banco Central Europeo (BCE) como “uno de los actores decisivos” en el proceso de recuperación. Ante las altas tasas de paro en el sur de Europa, Steinbrück pidió “nuevos impulsos” económicos. Propone un nuevo plan Marshall. “Sobre todo en España”, recordó, la crisis no es tanto de la deuda como “una crisis bancaria”. Preguntó a Merkel “dónde está la voluntad de reformar los sistemas financieros” que provocaron estas dificultades.

El socialdemócrata fue ganando seguridad según intensificaba sus ataques a la jefa del Gobierno, que había dominado la primera parte del debate. Acusó a Merkel de vulnerar su juramento como canciller al no defender a los alemanes del espionaje masivo en Internet por parte de las agencias de espionaje de Estados Unidos y Gran Bretaña. El escándalo por el fisgoneo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), revelado por su exempleado Edward Snowden, ha sido especialmente intenso en Alemania. Steinbrück logró aquí poner a Merkel contra las cuerdas, acusándola de “tomarse a la ligera” los ataques de los espías. Los “derechos de los alemanes están siendo vulnerados”, dijo, lo cual debería tener “consecuencias penales”. Añadió Steinbrück que Snowden ha demostrado “gran valentía civil” al que impulsar un “debate que debe ser mantenido”.

La canciller dio algunas muestras de desconcierto en este asunto y no pudo recuperar el control sobre el debate. Cuando tocó hablar de la guerra civil en Siria y de la posibilidad de un ataque liderado por Estados Unidos, Steinbrück adoptó un convincente tono de estadista y prometió que hará “lo necesario para que las tropas alemanas no tomen parte” en ningún aspecto de la hipotética ofensiva contra el régimen de Damasco. Merkel aseguró que ella tampoco permitirá la participación alemana en una intervención, pero calificó de “crimen brutal” el presunto uso de armas químicas contra civiles por parte del ejército gubernamental sirio. Dijo confiar en “una posición conjunta” de la comunidad internacional para dar una “respuesta colectiva” a Damasco.

La intención de voto del SPD sigue 15 puntos por detrás de la CDU y su partido hermano, la CSU. El duelo de anoche fue una de las escasas ocasiones en las que Merkel ha pronunciado el nombre de su contrincante desde que dejó de ser su ministro de Hacienda en 2009. Steinbrück prometió que no participará en otra Gran Coalición con Merkel como canciller. Pero las encuestas indican ese es, precisamente, el resultado preferido por los alemanes.