Cuidarse del sol a toda hora, clave para evitar el cáncer de piel

Que el cáncer de piel es una enfermedad que puede prevenirse adoptando determinados hábitos de cuidado al momento de exponernos al sol no es novedad. Lo que nunca debe perderse de vista es la importancia de respetar los horarios de mayor radiación solar, cubrirnos con sombreros de ala y ropas adecuadas cuando no podemos evitar la exposición y usar protectores con factor de protección solar (FPS) no menor de 30 y en condiciones extremas, FPS mayores.

De ahí que la línea pionera en la protección solar La Roche-Posay y la Fundación del Cáncer impulsaran el innovador concurso "Hacele sombra al sol, diseñá tu sombrero" promovido por el inventor Marcos Shayo, con el objetivo de difundir la toma de conciencia a través de una acción de participación y creatividad.

Con este concurso buscan hacer hincapié en la importancia de los buenos hábitos frente al sol para poder disfrutarlo responsablemente.

Consultado por Infobae, el doctor Fernando Stegnel (MN 37.442) médico dermatólogo y presidente de la Fundación del Cáncer de Piel definió al cáncer de piel como "una proliferación de células malignas que forman tumores de diferentes tamaños y que tienen la capacidad de invadir los tejidos sanos provocando destrucción local".

Tras asegurar que "muchos de ellos, además, pueden desarrollar metástasis", resaltó que esto implica que "sus células pueden viajar por los vasos sanguíneos y linfáticos, y localizarse en diferentes órganos del cuerpo, esto es, vuelven a multiplicarse ahí, produciendo destrucción de los tejidos normales".

Stegnel diferenció que existen dos grupos principales de cáncer de piel: melanoma (tumor que se origina a partir del melanocito, la célula que produce el pigmento melanina) y tumores no melanoma: hay dos principales, el carcinoma basocelular (muy frecuente) y carcinoma espinocelular (más agresivo, menos frecuente) además hay otros tumores malignos de piel menos frecuentes pero no por ello menos agresivos e importantes (tumor de Merkel, sarcomas por ejemplo).

Acerca de qué hábitos de la vida cotidiana deberíamos modificar para cuidar nuestra piel de los rayos solares, el especialista agregó a los ya conocidos (aunque no por eso cumplidos al pie de la letra) de evitar la exposición en los horarios de mayor radiación solar, cubrirnos con sombreros de ala y ropas adecuadas cuando no podemos evitar la exposición y usar protectores con factor de protección solar (FPS) no menor de 30 y en condiciones extremas, FPS mayores, "mantenerse hidratado cuando hace calor y la transpiración es mayor a la normal, hidratar la piel con cremas, usar cremas protectoras que contengan enzimas reparadoras del ADN y en pieles ya dañadas consultar periódicamente al dermatólogo".

Y sobre cuál es la importancia de protegernos del sol con sombreros destacó que "es importante tener un comportamiento responsable frente al sol y el sombrero y los lentes forman parte de ese comportamiento".

"El sombrero de ala es muy eficaz para proyectar sombra sobre la cabeza, ya que protege también las orejas y toda la cara y eso reduce la incidencia de los rayos ultravioletas e infarrojos (los últimos importantes cuando se trata de caras coloradasy muy dañadas por el sol)", aseguró Stegnel, quien remarcó que "las gorras con visera cubren el cuero cabelludo y brindan sombra a la visión pero no protegen la cabeza y las orejas". "Son una protección incompleta", consideró, al tiempo que agregó que "los anteojos oscuros que tienen filtro UV protegen contra las cataratas oculares".

Cuidados para tener en cuenta al disfrutar del aire libre

-Respetar los horarios de mayor radiación solar, esto puede identificarse cuando la sombra que proyectamos es más corta que nuestra altura y ocurre entre las 11 y las 15.

Los momentos cuando el sol está más arriba de nuestras cabezas son aquellos que tienen más rayos UVB que producen quemaduras severas. No obstante ello, debemos protegernos también de los rayos UVA, que queman menos la piel pero que pueden producir daño que envejece la piel y la predispone al cáncer de piel.

-Cubrirnos con sombreros de ala y ropas adecuadas cuando no podemos evitar la exposición cuando esté en su máximo.

En algunos deportes como el tenis o el fútbol, por ejemplo, proteger la cabeza es imposible; en esos casos, los protectores tópicos de máxima protección (FPS 50 o más) son los más indicados.

-Usar protectores tópicos con FPS no menor a 30 (en condiciones extremas, FPS mayores).