La cantidad de pantallas en las que se puede ver lo que antes se veía sólo en la tele cambió las pautas del juego televisivo. El sillón en el que se suponía uno podía relajarse a mirar algo en la llamada -antiguamente- caja boba ahora mutó totalmente. En un colectivo, la cola del supermercado, o dónde se pueda encontrar la pantalla se encontrará también el programa favorito. El reinado y cantidad de producciones nuevas, especialmente las series, parecen haber reforzado el uso de espectadores fuera de casa. Y con esto replantearnos el debate: ¿se trata de una burbuja televisiva o un nuevo paradigma?. ¿Hay demasiadas series? ¿cómo llegamos a ver todo lo que se estrena? ¿cómo uno, como espectador, logra superar la sobrepoblación seriéfila?
Nos encontramos en la situación en la que parece existir un show para cada tipo de espectador y, lo que es aún más interesante de observar, todas las series demuestran tener su público de fanáticos que pueden llegar a lamentar la cancelación de aquella historia con la que se engancharon.Con más de treinta estrenos y regresos al mes, el mundo de la televisión está pasando por uno de sus mejores momentos a nivel creativo, de producciones e inversiones. Pero también tuvo que cambiar.
Las series mandan
Durante el año pasado, la revista norteamericana Vulture difundió un estudio realizado por el canal FX en donde se anunciaba un nuevo récord: en el 2016 estrenó un total de 455 series en Estados Unidos . Cifra que puede resultar sorprendente pero que lo es más aún cuando la comparamos con otros números: mientras que en el 2014 fueron 140 las nuevas producciones, once años antes nos encontramos con tan sólo 23 estrenos.
Aunque ese crecimiento se dio de manera gradual, definió gran parte de la conocida Tercera Edad de Oro de la televisión norteamericana, la cual se caracterizó por la construcción narrativa del antihéroe, la ambigüedad moral y un enorme crecimiento de los aspectos estéticos de las producciones. Se trataban de series con temporadas extensas, una parrilla de emisión cerrada y una gran concentración de canales y productoras que creaban este tipo de contenido.
Sin embargo la situación actual de la televisión se encuentra bastante alejada de dicha descripción y aquel paradigma queda ya por varios años anticuado. John Landgraf, presidente de FX en Estados Unidos, definió a esta nueva era como Peak TV, es decir, el estallido de la televisión.
Pero ¿qué la define? El primer cambio está relacionado con la gran multiplicidad de plataformas que deciden apostar por la producción de contenido propio, desde Netflix hasta Amazon Studios pasando por PlayStation , HULU o Crackle. También se suman los canales tradicionales que exploran plataformas digitales: HBOGo , FOX Play o YouTube Red.
Junto con esto vemos que ya no se trata de mirar series solamente a través del televisor sino que nos encontramos con una enorme variedad de pantallas, la apropiación del OnDeman, el binge watching (maratones) y un gran avance de la tecnología. Muestra de esto es la reciente actualización de Netflix que te permite descargar contenido o uno de los últimos lanzamientos en tecnología móvil, Moto Z, un celular al cual podés incorporar un proyector para mirar series.
Y aunque Estados Unidos e Inglaterra mantengan su liderazgo, empiezan a tomar mayor relevancia producciones de España (Velvet, El Ministerio del Tiempo, Vis a Vis), Dinamarca (Borge, The Killing, 1864), Australia (The Slap, Please Like Me, Wentworth) o México (Sr Ávila, Club de cuervos). Mismo en Argentina la producción de series ha sorprendido con El Hipnotizador, El Marginal, La Casa del Mar, Historia de un clan y Jardín de Bronce.
El Peak TV (pico televisivo)
En cuanto a contenido se refiere, la Peak Tv se caracteriza por dos cosas. La primera es que nos encontramos con una mayor cantidad de producciones que poseen públicos menos masivos pero que crean una enorme comunidad alrededor de la ficción (en muchos casos, ayudados por aplicaciones como TvShowTime), y la segunda es la reducción de episodios por temporada. Mientras que en la Tercera Edad de Oro 21 capítulos era un número considerado como normal, hoy hablamos de entre 10 y 16. Pero también empezamos a ver que su duración es menor; durante el año pasado estrenaron series dramáticas con episodios de 25 minutos, un formato que hasta entonces era reservado solo para las comedias.
Aunque es claro que los espectadoras también miran muchas más horas de televisión, ésta sobrepoblación de series puede tener una contra y es que con tantos estrenos se pierdan de vista pequeñas joyas como The Americans , Hap And Leonard, Banshee, Legion o Rectify; series que posee una enorme calidad de producción pero que no lograron gran reconocimiento y difusión. Abriendo así un nuevo debate sobre la saturación de las propuestas, la glotonería seriéfila y la olvidada práctica de los canales de producir y testear pilotos, antes de encargar temporadas completas.
En definitiva, Peak TV se trata de más y mejores series, con mayor variedad, disponibles en muchas plataformas y con espectadores que consumen muchísimas más horas de televisión.
Edades de la televisión norteamericana
Primera Edad de Oro
Años: 1938 - 1956
Series destacadas: Alfred Hitchcock presenta o La dimensión desconocida.
Segunda Edad de Oro
Años: 1981 - 1991
Series destacadas: Dallas, Knots Landing, Dinastía, Falcon Crest, Twin Peaks .
Tercera Edad de Oro
Años: 1997 - 2014
Programas icónicos: Six Feet Under, The Sopranos, The Wire, 24, Lost , Los Expedientes Secretos X, Dexter, Breaking Bad .