Las futuras construcciones apuestan por lo considerado irreal. Así, se disputa por el rascacielos de mayor altura, se proyecta un inmueble "montaña rusa" (con forma de U invertida) y se aventura con un edificio giratorio, capaz de moverse dependiendo de los deseos de los huéspedes.
Entre tanta propuesta ambiciosa surgió una que acrecenta aún más las expectativas. La Analemma Tower consiste en un plan que desafía todos los métodos convencionales de edificación: se trata de una torre que se posará en el aire, por encima de todo lo que habita y ocurre en el ámbito terrenal, conectada y sostenida por un asteroide que orbita la Tierra.
¿Puede ser real? La aspiración es alcanzable según el grupo de arquitectos Clouds AO que presentó el osado plan, el mismo estudio que fue designado por la NASA para construir una casa en Marte. A través de un sistema UOSS (Universal Orbital Support System), los profesionales planifican situar la torre a 50.868 kilómetros del planeta.
De la gran roca espacial colgará un cable que llegaría hasta la superficie terrestre, el cual sería fijado para que a partir de ahí comience la construcción. La parte superior de la torre se situaría a unos 32.000 kilómetros de distancia. El lugar elegido para concretar el proyecto es Dubai, país que cuenta ya con una tradición en la fabricación de megaestructuras y rascacielos.
La parte inferior será para oficinas, por encima se situaría una zona agrícola y un poco más arriba el espacio residencial (Clouds AO)
Una vez finalizada, las personas arribarían al lugar a través de "estaciones de transferencia", ubicadas en distintas partes del mundo. La energía se obtendría de paneles solares, el agua sería filtrada y reciclada de las lluvias. Además, la estructura no se encontraría anclada en un punto fijo: viajaría a lo largo del mundo, siguiendo la órbita de la Tierra, de modo que pasaría cada 24 horas por un mismo punto.