El espejo inteligente o "mágico", tal como prefieren llamarlo sus creadores, tiene la capacidad de leer las emociones de quien se pare frente a él.
El dispositivo, gracias al sistema de reconocimiento facial, identifica los movimientos del rostro del usuario y los vincula a una emoción que luego refleja en forma de emojis.
Se trata de un producto argentino, elaborado en los laboratorios de Practia, una empresa especializada en generar soluciones tecnológicas.
El desarrollo incluye un espejo de la compañía Smiling Cosmos -también argentina-, que integra una cámara web y un monitor espejo que graba las imágenes, en 4K, cada dos segundos. Aunque el período se puede modificar.
La información obtenida en los clips es luego analizada por medio de inteligencia cognitiva. Para esto último se empleó los servicios de Microsoft.
La inteligencia cognitiva o computación cognitiva es una rama dentro de la inteligencia artificial que comprende e imita la forma de razonar de la mente humana.
Así es que con el uso va adquiriendo mayor conocimiento y refina su funcionamiento, tal como ocurre con los seres humanos a medida que van creciendo y ganando experiencia.
En el caso del espejo, esa capacidad de análisis es empleada para interpretar los datos recolectados por medio de la cámara integrada al espejo.
Este dispositivo se podría emplear en locales para evaluar cómo se siente el cliente y luego de analizar los datos estimar de qué manera se pueden implementar mejoras o cambios en la atención al público o en la distribución de productos dentro del comercio.
Este espejo, que todavía no tiene precio, es un primer prototipo, pero sus desarrolladores estiman que harán muchos más a medida que surjan nuevas oportunidades y usos para este tipo de soluciones inteligentes.