Según un estudio publicado en el prestigioso Journal of Social and Personal Relationships, tras una infidelidad no solo se ve afectada el autoestima de la persona sino también su salud debido a los comportamientos que adopta.
“La infidelidad es una de las experiencias más dolorosas y perjudiciales que enfrentan las parejas", explica Rosie Shrout, graduada de la Universidad de Nevada y autora principal del estudio.
Para la investigación participaron 232 estudiantes universitarios que fueron engañados durante los últimos tres meses tras un promedio de 1,7 años de relación. Ellos debieron responder a las siguientes preguntas:
- ¿A qué le echan la culpa? (ellos mismos, su pareja o la situación)
- ¿Cómo cambió su salud mental?, ¿percibieron depresión o ansiedad?
- ¿Cuánto se angustiaron tras conocer la infidelidad?
- ¿Adoptaron conductas perjudiciales? (consumo de alcohol o drogas, tener sexo sin preservativos o modificaciones en la alimentación)
En primera instancia, los resultados confirmaron que suelen echarle la culpa a la otra persona por encima de a ellos mismos y en la mayoría de los casos reportaron síntomas de ansiedad o depresión. Por último, todos confesaron haber adoptado comportamientos perjudiciales para la salud: comer menos o no comer nada fue el más frecuente (45%), seguido por tomar alcohol (44%) y hacer mucho más ejercicio (29%). Tener sexo en estado de ebriedad o bajo los efectos de estupefacientes también apareció en la lista (27%) y el consumo de marihuana también se hizo un lugar entre los engañados (19%).