En cada paso que se da durante la vida se toman decisiones. Y si bien algunas serán más importantes que otras, en ocasiones pueden generar dudas, nervios, inquietudes y temores por las posibles consecuencias de ese accionar a corto, mediano y largo plazo. Por eso, si sos una persona que reflexiona demasiado ante cada determinación, un nuevo y sencillo método te ayudará a facilitarla: se trata del 10+10+10.
Fue creado por la periodista y escritora Suzy Welch y está basado en tres preguntas esenciales que podrán ayudar a dejar de lado cualquier momento incómodo ante un paso que puede marcar el futuro. ¿Cuáles serán las consecuencias de mi decisión dentro de 10 minutos? ¿Y dentro de 10 meses? ¿Y en 10 años?
Al responder estas tres preguntas esenciales, lo que se busca es utilizar una estrategia para dejar de lado las emociones que pueden aparecer en ese momento y lograr una cierta distancia respecto al problema para poder decidir fríamente. Se recomienda analizar cuál será el impacto y las consecuencias de la decisión que se vaya a tomar en cada uno de los tres periodos en los que se indaga.
Una vez resuelto ese enigma, lo que se sugiere es que podrá darse con la mejor opción, y además saber si otras determinaciones previas fueron o no acertadas. Es que se pudo comprobar que cuando las personas recuerdan aquellas decisiones de las que están más arrepentidas, admiten que las reacciones instantáneas como la rabia, la ira y la avaricia pudieron haber influído negativamente.
Por eso, al "alejarnos" de la decisión a tomar, la especialista sugirió que se permiten "que otros factores, como nuestras prioridades de cara al futuro", sustituyan a los sentimientos. De esa manera, sostuvo, se podrá ayudar a sustituir el caos por la coherencia, la confusión por la claridad y la culpa por la satisfacción.
“Esta es una manera de empujar a la gente hacia delante, abandonando la fijación presente", manifestó Welch. Además, dijo que el tercer 10 (el de la década) "es clave" porque ayuda "a decidir si vale la pena soportar esa agonía a corto plazo, en contra de nuestras metas más profundas y relevantes”.
Así, el valor de un análisis del tipo 10-10-10 posibilita una nueva manera de pensar, que no tiene que ser necesariamente la correcta, pero sí logra su aporte para que las emociones en el corto plazo no parezcan la única alternativa posible ante una decisión importante.