A muchos le sucede que pone el despertador a una hora determinada pero se termina levantando unos minutos antes, como si no le hiciera falta un reloj externo y con el biológico alcanzara.
Según algunos especialistas, si tenés que despertar a alguien significa que no ha dormido lo suficiente, por lo que en realidad estarías interrumpiendo el sueño, dejándolo de manera incompleta.
¿Por qué nos levantamos un poco antes? Al igual que en los despertadores que nos prometen despertarnos de forma gradual y sin sobresaltos, el cuerpo intenta despabilarnos gradualmente para no afectar las últimas fases del sueño.
Según Juan Born, profesor de neurociencia del comportamiento en la Universidad de Tübingen en Alemania, es durante estas últimas etapas que se liberan algunas hormonas relacionadas con el estrés.
Un estudio realizado por Born, demostró que una hormona en particular, la adrenocorticotropina (o ACTH) mostraba niveles superiores en sangre cuando la persona que estaba durmiendo esperaba despertarse a una hora concreta.
En el experimento se les pidió a 15 voluntarios que se acostaran a medianoche. Un día, se les avisó que los iban a levantar a las 6 de la mañana y otro a las 9. Cuando sabían que tenían que levantarse a las 6, “se produjo un incremento adicional en el aumento gradual de ACTH que se produce en la última fase de sueño”, afirmó el científico.
Luciano DiTacchio, profesor del Departamento de Farmacología, Toxicología y Terapéutica en el Centro Médico de la Universidad de Kansas, explicó que los seres humanos, los insectos y las plantas funcionamos mediante relojes internos.
Este ritmo circadiano se sincroniza con el ciclo natural de la luz y la oscuridad en nuestro ambiente, afirma, que nos ayuda a despertarnos cada mañana y a dormirnos cada noche, afirma.
De todas formas, el hecho de que todos tengamos un reloj no significa que todos tengamos el mismo. Estos varían según algunos genes. El más relevante, según una investigación de DiTacchio, se llama KDM5A. “En realidad, este gen específico forma parte de una red de genes que funciona básicamente como un reloj”, explicó el investigador y agregó que “no está fabricado con piezas mecánicas, sino con componentes moleculares, pero tiene exactamente el mismo funcionamiento que un reloj”.
El KDM5A codifica una proteína llamada JARID1a que genera unas ligeras variaciones en la manera en que se expresa el gen despertador, al igual que un reloj tiene un tic-tac. Por ello, el despertase o no varía de persona a persona.