Tras una seguidilla de episodios violentos en el Hospital Mira y López, la comunidad del nosocomio resolvió en mesa de diálogo entre los actores involucrados la implementación de un plan de seguridad. Dicho plan incluye la instalación de un sistema cerrado de cámaras.
Así lo confirmó al móvil de LT10 la directora Mariela Aita. Además, enumeró las demás disposiciones: la Brigada de Operaciones Policiales tiene refuerzos desde las 20 y también a esa hora se cierra el portón principal. Sólo ingresan emergencias y urgencias, y con un acompañante.
En la misma línea adelantó que, en el marco de la puesta en valor del edificio, se está ejecutando la construcción de un núcleo sanitario.
“Somos muchos los actores institucionales que nos hemos sentado en reiteradas oportunidades a definir cuáles serían las mejores estrategias para el cuidado del predio, de la comunidad que concurre al hospital y de la población hospitalaria”, valoró.