Los accidentes domésticos leves están al acecho de grandes y chicos, y en cuestión de segundos pueden ocurrir. Desde golpearse el dedo meñique del pie con la esquina de la cama hasta sacar la tarta del horno y quemarse la mano, son adversidades de las que ninguno está exento.
Según un estudio realizado por la agencia EFE Salud, entre las 09.00 y las 12.00 horas, por la mañana, y entre las 17.00 y las 20.00 horas, por la tarde, se concentran uno de cada tres accidentes. Entre este espectro, existen cuatro grandes causas por las debemos recurrir al botiquín:
Quemaduras
Salpicarse con el agua del mate, utilizar la cera de depilar muy caliente o abrir la tapa del horno sin protección en las manos, son solo algunas de las formas en las que accidentalmente podemos quemar nuestra piel. Pero, ¿qué hacer ante estas situaciones? Los mitos más comunes son ponerse pasta de dientes o frotarse la herida contra el pelo, pero esto no asegura una buena evolución de la herida. Es importante higienizar la zona y aplicar un producto con acción calmante.
El pie de un bebé que sufrió una quemadura, luego de 30 días de aplicar Cicaplast.
Cortes
Cortarse con elementos tan simples como una hoja de papel o pelar la rebelde cáscara de la manzana -que casi cuesta una falange-, son de las heridas más molestas que hay. Pican, laten y arden al mismo tiempo. Es elemental limpiar y desinfectar la herida y asegurarse que no quede ningún cuerpo extraño dentro del corte para evitar una futura infección. Una vez higienizada la zona, aplicar un producto que contenga agentes antibacterianos como Cobre, Zinc y Manganeso, como así también agentes que eviten que las bacterias se adhieran.
Caídas, golpes y raspaduras
Tropezón no es caída, pero las frutillitas en las rodillas son heridas dolorosas. Con niños chiquitos, tanto los deambuladores de la primera infancia como los más inquietos, que van a 80 km por hora en el monopatín, es importante tener a mano un producto antiséptico -que además alivie el ardor-.
Luego de la raspadura, se utilizó Cicaplast durante 30 días obteniendo este resultado.
Paspaduras
En invierno, vivimos con el pañuelito en mano para despejar el goteo de la nariz o resfrío. Esta acción reiterada provoca que nuestra nariz se irrite y seque. Para ello, contar con una fórmula que sea relipidizante. Esta misma fórmula puede ser aplicada en casos de dermatitis de pañal de los bebés y en paspaduras de quienes practican algún deporte en la familia.
La buena noticia es que el botiquín no va estallar entre productos para cada una de las lesiones. Existe un solo producto que reúne a todos estos beneficios para tratar un abanico de heridas y es apto para edades: para bebés desde una semana de nacido hasta adultos mayores.
Se llama Cicaplast Baume B5 y posee una fórmula completa, con eficacia cicatrizante que acelera la reparación epidérmica, hidrata y tiene propiedades anti-bacterianas. Además, ofrece una acción calmante inmediata. Cicaplast Baume B5 asegura que el proceso de cicatrización se complete, evitando el riesgo de futuras marcas.
Cicaplast Baume B5.
Dadas sus propiedades, en invierno Cicaplast Baume B5 es un gran aliado de las manos secas y labios agrietados causados por el frío. Asimismo, este bálsamo ha sido probado en 21 lesiones diferentes, como dermatitis irritativa, eczemas, láser, queilitis, peeling, xerosis, fisuras y grietas, quemaduras superficiales, dermatitis del pañal, crioterapia, eritemas solares, cicatrices, dermoabrasión, dermatitis peri oral, post herpes, picaduras, entre otras.
Las lastimaduras ya no son un problema. Si en el botiquín existe un producto con esta tecnología, lo demás está resuelto.