Los videojuegos, sobre todo los de disparos en primera persona, son cada día más populares gracias a los constantes adelantos en el mundo de las consolas, lo que permiten al usuario vivir una experiencia casi real.
Un estudio de la Universidad de Montreal, en Canadá, habría demostrado que estos juegos no son tan buenos como todo el mundo cree para los niños, ya que podría afectar algunas de sus funciones cerebrales.
Las pruebas
En particular, el experimento que contó con la participación de 51 hombres y 46 mujeres, quienes probaron varios juegos de acción en primera persona, arrojó resultados alarmantes. Algunos de los videojuegos utilizadas son Call of Duty, Killzone y Borderlands 2.
Greg West, uno de los médicos involucrados, sostuvo a medios locales que “los videojuegos han demostrado beneficiar ciertos sistemas cognitivos en el cerebro, principalmente relacionados con la atención visual y la memoria a corto plazo. Pero también hay evidencia conductual de que podría haber un costo para eso, en términos del impacto en el hipocampo”.
“Lo que vimos fue menos materia gris en el hipocampo de los jugadores habituales. Cuanto más se agota el hipocampo, más riesgo existe de desarrollar enfermedades cerebrales, desde depresión hasta Alzheimer”, explicó el especialista.
Esta sección del cerebro es la que permite a las personas orientarse y recordar acciones pasadas. Teniendo en cuenta eso, los médicos explicaron que los jugadores que tendían a ubicarse en los videojuegos utilizando puntos de referencia en lugar de recordar las direcciones aumentaban la materia gris del hipocampo, pero esos eran la minoría y utilizaban juegos de plataforma, como el Super Mario.