Llega esta época del año y uno empieza a escuchar por todos lados las promesas de dieta para llegar al verano más livianos.
Para el sitio Rosario 3 la Lic. en Nutrición Luciana Scaglione sostuvo que en estos meses suelen acudir a ella "muchos pacientes nuevos, algunos con unos kilitos incómodos que les dejó el invierno y otros con años de descuidos". Frente a esta situación, ella sostiene que el primer consejo que les da es indispensable: "ordenarse: fijar horarios de comidas, evitar los picoteos, planear las comidas desde que hacen las compras".
Tips para ordenar las comidas y sentirse más liviano
- Realizar las 4 comidas, empezando con el desayuno. El mismo tiene que ser completo, en él incorporar lácteos, cereales integrales y frutas. El almuerzo y cena deben ser distintos con diferentes alimentos.
- No hay que pasar muchas horas sin comer; en todo caso, hay que incorporar una colación siempre que sea necesario. Es recomendable no pasar más de 3 horas sin comer.
- Es fundamental preparar las comidas de manera más saludable. Siempre es mejor asar y cocinar al horno, que freír porque así se evitan la mayor cantidad de grasas.
- Reducir el consumo de azúcar. Debemos ser moderados en su consumo pues son fuente de muchas calorías innecesarias para el organismo. Es importante reducir los postres, los pasteles, los helados y las gaseosas azucaradas.
- Hay que comer despacio. Si comés despacio, no sólo saboreas más y mejor los alimentos, sino que además te llenas mucho más rápido.
Si uno implementa estos cambios, seguramente se va a sentir mucho mejor. Hay que dejar un poco de lado la balanza para empezar a escuchar a nuestro cuerpo, en el momento que hacemos un cambio a una vida más saludable, nos empezamos a sentir mejor y esto trae aparejado el descenso de peso.
¿Es posible hacer estos cambios con el ritmo de vida que llevamos?
Lo más importante es planificar: si sabemos que al mediodía comemos en el trabajo, debemos pensar viandas en el momento de realizar las compras o la noche anterior cocinar un poco más y reinventar para que sea la vianda del día siguiente.
Tener siempre la heladera llena pero con más frutas y verduras y menos productos rápidos y congelados e imanes, para que cuando estamos apurados las opciones de lo que podamos cocinar sea una comida más sana y no recurramos al delivery