Ver una película de terror o asustarnos ante un hecho inesperado nos puede “romper” el corazón, pero no solamente de manera figurada, sino también literal, llegando a provocar incluso lesiones letales.
La liberación de grandes cantidades de adrenalina en momentos de extrema tensión afecta a nuestro corazón, lo que puede producir un infarto que nos quite la vida, si no es atendido a tiempo.
En diálogo con este medio, el cardiólogo Ricardo Iglesias (M.N. 5830) explicó los efectos que tiene sobre el cuerpo el miedo o un gran susto, el cual puede ser colectivo o individual.
Las razones
El especialista, comentó a TN que los sucesos que generar algún tipo de temor o mucha tensión generan “descargas adrenérgicas por estimulo cerebral” que afectan al corazón.
“La emoción descarga una serie de sustancias que alteran al corazón en dos puntos: rompiendo una arteria, una placa o una coronaria y directamente sobre el músculo cardiaco, provocando una enfermedad llamada takotsubo”, sostuvo Iglesias.
Esto podría suceder durante un “robo, un choque o lo que sea. Tiene que haber alguna predisposición, ya sea presión arterial o problemas de colesterol. Hay pacientes más vulnerables ante un infarto”.
“Cuando uno tiene un hecho comunitario que provoque un susto o un temor hay muchos infartadas, muchos muertos. Es un elemento más factible de ver y la relación es más concreta”, explicó.
A modo de ejemplo, el especialista recordó que “el día que se cayeron las Torres Gemelas, hubo 11 veces más infartos que en el resto de todos los septiembres de los años anteriores y posteriores”.
Lo mismo sucedió durante el gran terremoto de 1986 en México. En tanto, durante el mundial de futbol del año 2006, “15 hospitales alemanes anotaron cada vez que jugaba la selección local la cantidad de infartados que tuvieron. Los días que juagaban, se sextuplicó el número de infartados y cuando quedaron fuera del campeonato volvió a la normalidad”.