Los bebés se sienten más cómodos para dormir cuando lo hacen en un ambiente que los retrotrae al útero materno. Dentro de la madre, el feto nota un ligero movimiento y los ruidos son de baja frecuencia. Al reproducirse esas condiciones se siente más protegido y, por ende, se relaja.
Después del nacimiento hay ciertas situaciones que calman a los recién nacidos con una eficacia muy alta que parece un truco de magia, por ejemplo, cuando se duermen dentro dentro de un auto en movimiento.
Una de las razones de que se duerman en el auto es que durante los meses de embarazo, el bebé dentro de la panza de su mama se acostumbra almovimiento, al ruido recurrente similar al del tránsito y a una temperatura agradable. El sonido dentro del útero proviene del corazón de la mamá, el flujo sanguíneo, los pulmones y el metabolismo en general que no cesa en su trabajo. En consecuencia, el bebé se podría sentir tranquilo y cómodo en el "huevito" dentro del auto, con algo de ruido constante y en movimiento.
En el momento en que un bebé nace pasa de un medio líquido a nuestro medio, seco, en el que vivimos bajo la fuerza de la gravedad. Los bebés no tienen fuerza suficiente para mantenerse sentados y por eso deben dormir acostados (preferentemente boca arriba, como recomiendan los expertos para evitar la llamada "muerte súbita").
En el momento en que lo sentamos en una sillita de auto o huevito, si no está bien puesto, su propio cuerpo (por la fuerza de la gravedad) se flexiona sobre sí mismo, haciendo una "C" demasiado pronunciada que dificulta que puedan expandir el tórax y el abdomen para respirar. Si la cabeza cae además hacia adelante, con la barbilla en el pecho, la dificultad para coger aire es mucho mayor hasta el punto de cortarse el flujo de aire. Si no se remedia esa posición, existe peligro de muerte por asfixia.
Por no más de una hora y media. Las sillitas no deberían utilizarse por más de una hora y media. La revista académica Pediatrics publicó en 2001 un estudio en el que observaron a 50 recién nacidos a término y 50 prematuros de 36 semanas sentados durante 60 minutos en una silla de coche homologada. En promedio, la saturación de oxígeno de todos los bebés bajó del 97% al 94%, pero 7 de los bebés (3 prematuros y 4 a término) llegaron a tener una saturación de oxígeno inferior a 90% durante 20 minutos. El 12% de los bebés prematuros sufrieron apneas (el bebé deja de respirar unos segundos) o bradicardias (el corazón va más despacio de lo que debiera). La saturación de oxígeno de un bebé debe estar entre el 96% y el 100%.