Si a vos no te gusta tomar solamente agua pero necesitas hidratarte a cada rato estás en la nota indicada.
En simples pasos te vamos a dejar tres opciones refrescantes y fáciles de hacer en casa:
Limonada
Un refresco casero bien tradicional que se elabora simplemente con jugo de limón, agua y azúcar. Bien fría es una bebida perfecta para el verano. No tiene alcohol, hidrata, ayuda a hacer la digestión y aporta la necesaria vitamina C. Aunque ahora es menos frecuente hacerla en los hogares, sigue siendo la mejor alternativa a las bebidas industriales. Una variante muy veraniega de la limonada es el granizado de limón, que se hace congelándola o añadiéndole hielo.
Te helado
En verano, un té muy frío es una perfecta opción para los aficionados a esta infusión. Se prepara como si se fuera a tomar caliente pero luego se deja enfriar y se sirve con mucho hielo, un poco de azúcar o edulcorante y, opcionalmente, unas rodajas de limón. Aunque se puede hacer con cualquier tipo de té, el más indicado, teniendo en cuenta que se bebe más cantidad al estar frío, es el té verde, más suave y con menos teína. También el rooibos, que carece de teína. En contra de una creencia muy extendida, el té frío no pierde sus cualidades.
Batido smoothie refrescante
Un batido compuesto con aquellas frutas que contienen mucha agua será ideal para hidratar, nutrir y combatir el calor. Para esta receta vamos a necesitar:
- 1 taza de sandía
- 1 naranja
- 1 limón
- 2 peras
- Hielo