Las fiestas de Navidad y Año Nuevo dejan buenos recuerdos, mucho cariño y…demasiados kilos de más.
Desde que se inició la primavera uno trata de cuidarse, creyendo que en estos meses, antes de las vacaciones, se alcanzaría el peso deseado. Con distintos altibajos, llegó diciembre, un mes en que las personas se reunieron con amigos para despedir el 2017 y se remató con los desarreglos de la última semana del año.
¿Qué se hace con los kilos ganados?
Primero resaltar lo que no se debe hacer: no hay que intentar bajarlos en pocos días, porque no se tendrá éxito; sólo se ganan frustraciones y, no exentas de riesgos para la salud. El peso depende permanentemente del balance entre lo que se come y se toma menos lo que se gasta.
Por lo tanto, para bajar de peso se debe comer menos y moverse un poco más. Eso no significa intentar vivir en ayunas, es usar un plato más chico, por ejemplo el de postre, tanto para el almuerzo como para la cena.
El nuevo año es una nueva oportunidad para ponerse al día con la dieta.
En tres cuartas partes de ese plato se tienen que colocar vegetales de todos los colores posibles, condimentados con 1 cucharadita de té de aceite y vinagre, aceto o jugo de limón. En el cuarto restante, se debería colocar una pequeña porción de carne de vaca, pollo o pescado o 1 huevo, en una comida, por ejemplo en el almuerzo y en la otra comida almidones (una papa o batata chicas o media taza de arroz o fideos o legumbres).
En almuerzo y en cena, es muy bueno incorporar una fruta. El desayuno y la merienda, que no deben saltearse, se puede armar con un té o un café con leche con 1 rebanada de pan con mermelada de bajas calorías o un yogur descremado.Si a esto se le suma una caminata de 45 minutos todos los días, se podrá lograr ir recuperando el peso ganado, en una forma más duradera y amigable.