Investigaciones recientes demostraron que existe una relación entre el mal humor y el aumento de peso.
Un estudio, publicado en el National Center for Biotechnology Information, explica que cuando alguien se enoja, el organismo detecta el estrés y segrega adrenalina y cortisol cuya principal función es incrementar el nivel de azúcar en sangre.
Este proceso genera inflamación y no permite que las células liberen energías, es decir que no quema las calorías suficientes a lo largo del día y de esta manera provoca un aumento en el peso.
El estudio analizó el comportamiento de 41 mujeres con sobrepeso, a las cuales se les asignaron una serie de tareas estresantes mientras monitoreaban sus niveles de cortisol.
Los resultados mostraron que aquellas que tenían mayor grasa acumulada en la cintura y el área abdominal producían más cortisol.
Los investigadores notaron que las mujeres con pocas habilidades para lidiar con el estrés o que se enojan fácilmente son aquellas que tienen más grasa en la cintura y el estómago.
Estas investigaciones demuestran que existe una relación importante y directa entre el enojo y el aumento de peso. Más allá de los varios factores conocidos que inciden en la salud y el peso de las personas.
Debido a esto, los especialistas recomiendan tratar de mantener en equilibrio nuestras emociones y una actitud positiva, ya que mejorar el humor beneficia a nuestra salud tanto mental como física.