Golden State Warriors derrotó hoy a Houston Rockets por 115-86 en el sexto partido de la final de la Conferencia Oeste de la NBA e igualó la serie 3-3 para alargar la definición a un séptimo juego.
La eliminatoria volverá ahora a Houston, donde el lunes tendrá lugar el último y definitivo partido.
Los locales llegaban obligados a ganar después de la derrota sufrida en el último choque de la serie que los dejó al borde de la eliminación.
El acierto exterior de Klay Thompson, que encestó nueve de sus 14 intentos triples y completó una sobresaliente actuación en la que se fue hasta los 35 puntos, fue clave para que el equipo californiano se hiciera con una victoria que lo mantiene con vida en la lucha por el que sería su sexto título.
Un Stephen Curry que parece recuperar su mejor nivel desde que regresó de su lesión (29 puntos) y Kevin Durant, que sumó 23 puntos, completaron el despliegue ofensivo de los locales, que además contaron con el apoyo del público en el Oracle Arena.
Los Rockets llevaron la iniciativa en el marcador hasta bien entrado el tercer cuarto del partido gracias al acierto de su gran estrella, James Harden, que terminó con 32 puntos. Sin embargo, los texanos acabaron pagando la ausencia del base Chris Paul, lesionado en el encuentro anterior.
Su mayor ritmo anotador e intensidad defensiva terminaron decantando la balanza a favor del equipo entrenado por Steve Kerr.
El ganador de esta serie se medirá en la final de la NBA ante el campeón del Este, que se conocerá mañana cuando Boston Celtics reciba a Cleveland Cavaliers en el séptimo duelo de la serie igualada también 3-3. Desde 1979 no se daba que ambas finales de Conferencia llegaran a la totalidad de los siete partidos.