Unión completó este martes un nuevo entrenamiento en el predio Casasol sabiendo que tiene varias semanas por delante sin actividad oficial por la postergación del partido ante River, que disputará la final de la Copa Libertadores.
Es así como se espera que todo sea bajo una absoluta tranquilidad. De todas maneras, llamó la atención que los trabajos fueran a puertas cerradas a diferencia de lo que venía sucediendo, donde se podían observar algunos movimientos físicos y otros tácticos. Es así como se espera que esta postura se mantenga durante el resto de la semana.
Por lo pronto el entrenador, Leonardo Madelón, trabaja en tratar de volver a la victoria después del bache que sufrió el equipo en las últimas dos presentaciones en casa, con saldo de una derrota y un empate. Tampoco es para alarmarse, ya que el camino es largo y falta bastante recorrido por delante, entonces el cuerpo técnico aprovechará este parate prolongado para pulir algunos detalles.
Pensando en lo que se viene, el estratega tatengue ya puede contar con Damián Martínez, que cumplió la fecha de suspensión por haber llegado al límite de amarillas ante Godoy Cruz. En tanto, habrá que ver cómo evoluciona de su esguince de grado 3 Mauro Pittón. Precisamente en este sentido, todos son optimistas en que llegue para jugar ante Vélez, dejando en claro que no será arriesgado.
Madelón reconoció que hay rendimientos bajos, aunque eso no quiere decir necesariamente que habrá variantes masivas. Lo que sí parece claro es que el 4-4-2 se mantendrá, porque es la idea base y el grupo se siente muy cómodo así. Vale resaltar que el grupo volverá a entrenar este miércoles por la mañana en el mismo escenario, algo que se repetirá el jueves.