Después del descanso del fin de semana, Unión retoma las tareas en el predio Casasol con la incertidumbre a flor de piel. Era sabido que iba a estar dos semanas sin gana por la postergación del partido contra River de la 12ª fecha de la Superliga por la final de la Copa Libertadores, pero como viene la mano y, amparado por el reglamente, el Millonario no quiere saber nada con jugar entre los duelos contra Boca y por eso el Tate estaría por lo menos 21 días sin actividad oficial.
En este sentido, recién volvería a jugar el domingo 25 de noviembre cuando reciba, desde las 17.10, a Vélez. Un prolongado parate que no le cae para nada en gracia al entrenador, Leonardo Madelón, que entiende que son perjudicados por más que exista algo programado con antelación.
Ante este panorama, habrá que ver si el conductor rojiblanco opta por jugar un partido amistoso para no perder rodaje, ya que el resto continúa en movimiento. Una situación que seguramente se aclarará conforme pasen los días. Está claro que acá todo está supeditado a lo que quiera hacer River, porque tiene tranquilamente plantel para jugar dos competencias, pero Marcelo Gallardo no quiere perder a nadie y por esto se aferra al reglamento de la Conmebol.
Así las cosas, el elenco santafesino se trabaja con absoluta tranquilidad, donde Mauro Pittón aprovecha para recuperarse del esguince de grado 3 que sufrió en el partido ante Godoy Cruz (derrota 3-0). Vale recordar que está en condiciones de reaparecer Damián Martínez, que cumplió con la fecha de suspensión por haber llegado al límite de amarillas.