Economía - finanzas personales

Jueves 15 de Noviembre de 2018 - 16:45 hs

Cómo desactivar la "bomba" de la tarjeta de crédito

Sacar un crédito personal en el banco es lo más recomendado cuando la situación se complica.

El salario viene perdiendo round tras round y si las cuentas no están muy ordenadas el riesgo de entrar en una espiral de deudas, préstamos y refinanciaciones es peligrosa.

Mejor frenar la pelota a tiempo, analizar los números de la economía familiar y/o personal y tomar las medidas necesarias para ordenarse con un plan financiero sustentable. Las tarjetas de crédito en este tipo de contextos de inflación y pérdida de poder adquisitivo pueden ser las grandes salvadoras -si se las usa con mesura- o pueden ser la piedra que nos hunda definitivamente.

La morosidad general con tarjetas de crédito empezó a subir, aunque se mantiene en niveles acotados, que según datos estadísticos del Banco Central es de 3,2%. Este porcentaje no es alto especialmente si se lo compara con mercados más maduros, justamente por la escasa bancarización local. Como la tendencia va dibujándose hacia arriba algunos bancos -no todos-rápidos de reflejos subieron el porcentaje de monto mínimo que hay que pagar todos los meses por el consumo con tarjeta. Es decir financian menos. De un tradicional 7% a 10% algunas entidades y para algunos segmentos de clientes lo llevaron a casi 25 por ciento, publica el diario La Nación.

La inflación de octubre fue del 5,4%

Tomar las riendas

¿Qué hacer si la tarjeta de crédito está desbordada y todos los meses se refinancia parte del saldo? Buscar asesoramiento para salir de esa "encerrona". La tasa de interés que cobran las tarjetas es terriblemente alta, supera actualmente el 120%/130% anual y el riesgo de que se convierta en una bola de nieve imposible de parar es más cercano de lo que muchos creen

Lionel Baragaño, gerente de Productos Activos y Medios de Pago del Banco Itaú, cuenta que la estrategia del banco en estos momento va por la prevención. "Se está actuando en forma temprana al detectarse la falta de pago en los primeros días pasado el vencimiento. Se consulta al cliente el motivo y se trabaja en conjunto para determinar cuál es la cuota que podría afrontar para ofrecer una solución acorde con el cliente".

Educación financiera

En igual sentido va Ezequiel Fanelli Evans, gerente del Segmento Personas de Banco Galicia. "El banco está trabajando mucho en educación financiera, y un primer módulo es justamente el manejo de la financiación con tarjeta de crédito", explica.

"Lo primero que tenemos que proponernos para un uso responsable de las tarjeta de crédito es evitar realizar únicamente el pago mínimo del resumen, no es una decisión inteligente", apunta el ejecutivo del Galicia.

"¿Por qué? Porque si bien podemos pagar una parte de lo que debemos y el resto dejarlo para más adelante, a la deuda que quede pendiente se le sumarán intereses. Si en el resumen acumulamos gastos por $10.000 y pagamos solo $2500, por el saldo de $7500 se sumarán intereses que aumentarán mes a mes la deuda. Y si todos los meses seguimos sumando consumos y pagando el mínimo, vamos a tener una deuda insostenible, generando un efecto bola de nieve", dice bien gráfico Fanelli Evans.

"La tarjeta de crédito es un producto crediticio de gran aceptación, pero su gran desventaja es que tiene tasa de interés variable y en tiempos de alta volatilidad financiera la tasa que impacta en la refinanciación del saldo aumenta mucho y muy rápidamente", define Alejandro Cosentino, CEO de Afluenta, una de las fintechs que está operando localmente con créditos P2P y un "viejo" conocedor del mercado financiero y de tarjetas de crédito.

Cuotas y cierres

Baragaño pone sobre la mesa dos recomendaciones para no llegar a momentos de crisis por deudas acumuladas: "Evaluar la cantidad de cuotas que tenemos pendientes antes de seguir incrementando los consumos y, en segundo término, tener claras las fechas de cierre de las tarjetas para conocer con exactitud los consumos que se deberán abonar". La suma sin control de cuotas que parecen "inofensivas" es el talón de Aquiles de muchos consumidores y donde se debe poner el alerta.

"Todo indica que la tendencia al alza de la cartera irregular va a continuar por lo menos hasta fin de año, por la inflación y por la caída del poder adquisitivo del salario, aunque la recomposición salarial que se está negociando actualmente puede mejorar el ingreso familiar de cara al inicio de 2019", aporta Juan Pablo Bruzzo, CEO de Moni, otra fintechlocal.

Desarmar la bomba

Ahora bien, cuando la bomba ya está activada, es decir, cuando ya se acumularon deudas que se hacen imposibles de pagar a fin de mes y más aún cuando la "bola de nieve" se armó en más de un plástico, sea o no del mismo emisor, sea bancario o de las tarjetas de las cadenas de consumo masivo, se impone poner el freno de emergencia y evaluar las alternativas menos costosas y disponibles para nuestro perfil de riesgo (que a esa altura seguramente ya es elevado). La mejor opción para ordenarse es pedir un crédito personal en el banco o en una fintech. Las financieras son bastante más caras.

"A partir del segundo trimestre del año la preferencia de los clientes comenzó a inclinarse hacia la 'Consolidación de deuda/ refinanciación de la tarjeta de crédito", cuenta Cosentino respecto de los destinos principales para los cuales los clientes de Afluenta tramitan un préstamo. "Pasó a ocupar la segunda posición, detrás de refacción de vivienda, con un porcentaje total del 20,16% desplazando a un destino tradicional como 'compra o arreglo del auto'".

En las entidades bancarias los créditos personales con tasa preferencial, es decir, para sus "mejores" clientes parten de un interés anual del 60%/65%, de ahí para arriba. Siempre hay que mirar la columna que dice CFT (Costo Financiero Total), que es donde están incluidos además de la tasa de interés los gastos y los impuestos. Sea en el banco o en una plataforma online, el costo siempre será menor que el 130% de la tarjeta de crédito y a más largo plazo (24/48 meses). Da certeza, y reduce el estrés financiero: eso sí tiene que venir con un cambio de hábitos.

"Nuestras tasas comienzan ocho puntos por debajo de las instituciones bancarias tradicionales, y muy por debajo de las financieras", dice el CEO de Afluenta. Bruzzo, señala que "los clientes de Moni pagan un promedio de TNA del 69% y una comisión por uso de la plataforma, que en el caso de los préstamos en promedio es de $500 que se abonan con la toma de un crédito.

Los bancos también acompañan a sus clientes en el proceso de consolidar deudas, y como en todos los casos la tasa de interés que se aplicará dependerá del scoring o la trayectoria de ese cliente, del tipo de ingreso que tenga (relación de dependencia o independiente), si cobra su sueldo en el banco y, obviamente, el monto a solicitar. Comparar opciones, no casarse con la primera alternativa, y sacar cuentas de los costos totales (no solo de los que aparecen en la publicidad) es el mejor camino para sanear la economía.

Fuente: Telam-Agencias