Seguramente después del trabajo llevado adelante, a muchos los sorprendió la noticia del alejamiento de Facundo Torres en Rivadavia Juniors. Es que su tarea en otra ocupación laboral le imposibilitaba continuar con los más pequeños del Rojo. Pero el mercado de entrenadores lo volvió a poner en acción, esta vez con la misión por primera vez desde que ejerce la dirección técnica, de estar al frente de un elenco de Primera División, en este caso Unión (SF) B.
En un mano a mano, Torres expresó en el inicio que “realmente estoy muy contento con esta nueva experiencia y aprovechando a full. Desde mi acuerdo con Unión, me permitieron estar en la cocina de la Liga Argentina, siempre es bueno presenciar y aprender junto a Juan (Siemienczuk). Particularmente voy a estar a cargo en el B y la observación de las formativas, no desde la cancha pero si con el trabajo en equipo con el resto de los entrenadores. Esa será la premisa en búsqueda de un bien común”.
El experimentado coach dio detalles de su llegada al Tate, al confirmar que “mi franja horaria en mi otro trabajo se extendía toda la tarde y era imposible seguir en Rivadavia. De pronto apareció esto de dirigir una Primera con la chance de seguir relacionado al desarrollo de la formación que es lo que más manejo, entonces la tomé. Será mi primera experiencia en Primera, pero quiero aprovechar cada entrenamiento para aprender de los que más saben”.
Precisamente debió dejar Rivadavia, el club que lo había reinsertado al plano local, y donde con los U13 fue el ganador de la rueda inicial del Oficial 2018, siendo subcampeón anual. A propósito de su partida, Torres expresó que “me encontré en Rivadavia con una organización seria y gran trabajo en equipo, a mí me brindó la posibilidad de estar en contacto con el mundo del básquet que es donde me siento bien. Solamente tengo palabras de agradecimiento, ellos entendieron mi salida y fueron los primeros que me felicitaron cuando se enteraron de la noticia de Unión. Me dejó el club muchas amistades y la posibilidad algún de volver”.
Un grupo de jugadores que se formó en Unión resolvió el año pasado la creación de un equipo B, provocando el regreso al club de sus amores. Pudo hacer pie y se prepara para afrontar su segunda temporada. Al hablar de los objetivos trazados en 2019, el flamante DT aportó que “el objetivo de la Primera B es institucionalizarse, que el club tenga un nicho para jugadores de proyección, con un mix de jugadores de experiencia que jerarquicen el equipo, que sea un lugar de desarrollo para los jóvenes que no pueden insertarse en el equipo A. De alguna manera, en el B podrían dar ese paso para tener chances de mejorar su nivel de competencia, entendiendo en cada caso los procesos, con apoyo en tiempo para el perfeccionamiento”.
En la parte final, con una pretemporada que va por su segunda semana, Torres confirmó que “Rodrigo Salabarry será parte del plantel y con Renzo (Giunta) estamos evaluando el resto de los jugadores, como los del A que bajarán al B, también hay chicos del B que pueden integrar el A. La prioridad la tiene el A en compromiso con los chicos, el B tendrá todos los jugadores del año pasado, esperando la recuperación de Raúl Doello, quien se recuperar de una lesión y podría estar disponible para el Oficial”.