Después de casi un año, Colón volvió a traerse algo de visitante. Llevaba 11 derrotas en fila y la cosecha sin triunfos asciende a 22 partidos en esa condición, que repercute en un promedio del descenso que se vino cayendo a pique a punto tal de poner en compromiso la permanencia en Primera.
Por el 0-0 de este sábado ante Defensa y Justicia fue como un bálsamo en el desierto, ya que sumó tras casi un año de sequía fuera del estadio Brigadier López. La última vez había sido el 15 de febrero de 2019, con el 1-1ante Vélez. Ese equipo tenía como DT al uruguayo Julio Comesaña.
Quizás para muchos el planteo en Florencio Varela haya sido algo mezquino, pero la premisa del entrenador Diego Osella era armar una formación confiable y sólida, algo que no se había podido ver ante Cental Córdoba y Banfield. Es más, si se miran las acciones del partido, el Rojinegro tuvo varias opciones claras para desnivelar, por lo que el resultado termina siendo lo más justo.
Un motivo para encarar con otro semblante el cotejo del viernes próximo en el Cementerio de los Elefantes ante Racing. Pavada de medida para este grupo, que hace seis que no gana y precisa los puntos como el agua. Después de tanta malaria, Osella trajo algo de respiro. Se espera sea el impulso para la mejora que a esta altura es imperiosa.