Harvey Weinstein fue sentenciado a 23 años de prisión por los cargos de abuso sexual y violación de tercer grado. El productor de Hollywood será registrado formalmente como “delincuente sexual”
"Estoy totalmente confundido", expresó Weinstein en la sala de audiencias de Manhattan, en Nueva York, oponiéndose al movimiento #MeToo. "Creo que los hombres están confundidos acerca de todo esto... Este sentimiento de miles de hombres y mujeres que están perdiendo el debido proceso, estoy preocupado por este país".
A fines de febrero, la justicia neoyorquina lo encontró culpable del abuso sexual en primer grado (por sexo oral forzado) a la ayudante de producción Miriam Haley y violación en tercer grado a la actriz Jessica Mann.
Luego de que Weinstein declarara que mantenía “amistades” con ambas víctimas, Haley habló sobre los daños emocionales que le provocó el abuso por parte del producto: "Me asustó profundamente, mental y emocionalmente", agregó. "Lo que hizo no solo me despojó de mi dignidad como ser humano y mujer, sino que me aplastó la confianza".
Mann, por su parte había expresado: "No sé cómo explicar los horrores de ser violada por alguien que tiene poder. El impacto en la psique es profundo. La violación no es solo un momento, es para siempre".
En cuanto a las acusaciones, Weinstein había sido exculpado del cargo de agresión sexual depredadora, un término que indica que estos delitos se dan de una forma sistemática como parte de una conducta natural del violador. Por ser absuelto, no irá a prisión perpetua pero deberá permanecer 23 años en la cárcel.