La situación del coronavirus en todo el mundo y particularmente en la Argentina, es dinámica. Por ahora, día a día el virus avanza en nuestro país, obligando a tomar distintas medidas que van elevando su tenor. En este contexto, el fútbol, que hace cinco días parecía tener continuidad pese a la pandemia, finalmente se plegará al resto del grueso de los deportes, que suspendieron la actividad por el coronavirus.
La presión que ejercieron los jugadores, que en su enorme mayoría coincidieron en el pedido de la suspensión del fútbol argentino, fue clave para que, sumada al sentido común de las autoridades, tanto la Superliga como las categorías de ascenso detuviera sus campeonatos.
En principio, la medida es hasta el 31 de marzo, en la misma tónica que los anuncios de Alberto Fernández, Presidente de la Nación, sobre la suspensión de las clases y la cuarentena para los que integran los grupos de riesgo. Sin embargo, habrá que esperar la evolución del virus en el país durante estos días para saber si realmente en el comienzo de abril la situación está controlándose y permite retomar la actividad con normalidad, o bien si habrá que prolongar el período.
En cuanto a los equipos santafesinos, Unión se entrenó por la mañana a la espera de la decisión de Superliga, bajo las órdenes de Marcelo Mosset, entrenador interino tras la partida de Leonardo Madelón.
Mientras que Colón tuvo jornada de descanso luego de la gran victoria en el Gigante de Arroyito, ante Rosario Central, donde le puso fin a una racha de 25 partidos sin victorias de visitante, con 20 derrotas y cinco empates (casi dos años sin hacerlo fuera de Santa Fe).
De esta manera, hasta que se decida la reanudación de la competencia, los jugadores permanecerán licenciados, con lo cual tendrán tareas particulares en sus domicilios para no perder su estado físico. En las próximas horas se producirán diversas renuniones donde se les informará a los futbolístas cuáles son los pasos a seguir y los cuidados a tener en cuenta durante el parate.