Con tan solo 30 años, Fede Bal anunció que padece cáncer de intestino y así conmocionó al mundo del espectáculo con tremenda noticia. También aseguró que se alejaría de las redes sociales para estar más tranquilo, pero, a diez días de su diagnóstico, volvió a publicar en Instagram una importante reflexión sobre su nuevo estilo de vida.
Desde que hizo público su estado de salud, el hijo de Carmen Barbieri contó que recibió "todo tipo de consejos religiosos, terapias alternativas" que lo hicieron "dudar, pensar y hasta replantear la forma de ver la vida" a pesar de ser ateo, y de creer en la medicina y en la ciencia.
El próximo miércoles, el actor comenzará su tratamiento de quimioterapia y medicación por seis semanas. De todos modos, aseguró que su enfermedad le hizo "abrir las puertas a lo desconocido" y lo llevó a cambiar varios hábitos en su vida.
"Cambie rotundamente mi alimentación. Dejé de comer carne roja, blanca, pescado. Dejé el azúcar en todas sus formas (gaseosa, chocolates, etc). Por supuesto el alcohol, y todo tipo de verduras y frutas que no sean orgánicas. Dejé de comer todo tipo de alimentos procesados y con agrotóxicos. Dejé los lácteos", detalló.
También comentó que asistió a sesiones de reiki y meditación para "cuidar las energías". "Es un camino hermoso donde encontré mucha paz. También tuve una gran charla donde me enseñaron a visualizar el proceso de quimioterapia como algo sanador, como un ejército de pequeños soldados que entran a curar tu enfermedad", expresó.
En paralelo, cuestionó a los youtubers que viralizaron el rumor de que padecía coronavirus y celebró las medidas de las autoridades nacionales para frenar el avance del virus en el país.
Leé el mensaje completo de Fede Bal
Pasaron diez días, desde que me dieron la noticia de mi enfermedad y que se los conté a ustedes. Lo hice porque yo siempre me abrí y fui de frente con todo, y me parecía que tenía un buen mensaje para dar, de prevención y cuidado de nuestra salud.
Ustedes no se imaginan la cantidad de mensajes de apoyo, amor y agradecimiento que recibo diariamente del público, seguidores, colegas, y amigos. Me puse al tanto de muchas historias de gente joven que pasan por lo mismo que yo, y que no presentaron previamente síntomas algunos. Así que vuelvo a reafirmar que es sumamente importante hacerse estudios, de todo tipo! Y no por ser joven, y estar sano estás sin necesidad de hacértelos. Haceme caso.
En estos diez días paso de todo. El mundo se convirtió en una peli de apocalipsis, al estilo de George Romero. Nuestro país resiste, y nuestro presidente nos pide sabiamente que nos quedemos en cuarentena, así que aquí estoy, como todos ustedes en mi casa y con cuidados extremos por mi condición de riesgo. Por primera vez empiezo a sentir que estamos haciendo las cosas bien como país, y estamos aprendiendo de los errores de los demás países donde el virus creció. Así que respeta esta cuarentena, no es chiste.
Mientras tanto yo fui recibiendo todo tipo de consejos religiosos (soy ateo), terapias alternativas (creo en la medicina y en la ciencia) que me hicieron dudar, pensar y hasta replantearme mi forma de ver la vida. No cabe duda que no voy a dejar de hacer mi tratamiento de rayos y quimioterapia que comienzo el miércoles proximo, pero esta enfermedad me hizo por lo menos abrir esas puertas a lo desconocido que tan cerradas las tenía. Tal vez por mi educación, mi forma de vivir, mi personalidad.
Pero hoy quiero contarles por todo lo que estoy atravezando ya que siento que puede abrir los ojos y ayudar a mucha gente. Se que dije que me alejaría de las redes. Tuve que hacerlo, sentí la necesidad de sanar y desintoxicarme de este medio que tan hostil puede volverse contra la gente popular. Mientras yo estaba realizándome decenas de estudios para finalmente saber mi panorama de salud, un grupo de pibes desde las redes inventaron que yo tenía coronavirus, preocupando a mi familia y amigos.
Se reían, y hasta algunos se seguían riendo luego de contar que padecía de cancer. La verdad su estupidez y maldad me supera. Pero ahora vuelvo, porque siento que puede ayudar mucho lo que estoy transitando, y como lo estoy haciendo.
Por empezar cambie rotundamente mi ALIMENTACIÓN. Logre entender que es tan importante lo que consumimos, lo que metemos en nuestro organismo, que sentí que viví 30 años haciendo las cosas mal. Deje de comer carne roja, blanca, pescado. Deje el azúcar en todas sus formas (gaseosa, chocolates, etc). Por supuesto el alcohol, y todo tipo de verduras y frutas que no sean orgánicas. Deje de comer todo tipo de alimentos procesados y con agrotoxicos. Deje la leche y los lácteos. Esto no quiere decir que hagan lo que yo hago. Consulten sus doctores y nutricionistas. Pero si quieren entrar un poco más en tema, vean un documental que vi hace poco y es revelador: “What the health”. Si, esta en Netflix.
Fui a hacer REIKI y a MEDITAR para cuidar mis “energías”. Es un camino hermoso donde encontré mucha paz. Si no lo probaste es genial, ayuda de verdad. También tuve una gran charla donde me enseñaron a visualizar el proceso de quimioterapia como algo sanador, como un ejército de pequeños soldados que entran a curar tu enfermedad.
El sábado pasado fui a CONSTELAR, en grupo, manejado por una mujer preciosa con una energía increíble. Es una especie de terapia grupal donde todos se ponen al servicio de aclarar o visualizar cierto conflicto que te hace mal. Me fui con más preguntas que respuestas, es cierto, pero también me fui con una visión más clara y entendiendo porque mi salud me está jugando una mala pasada.