Tras pasar más de los 33 días de la cuarentena obligatoria en Esquel, la familia Tinelli decidió regresar a Capital Federal amparados en un programa del Gobierno para que la gente varada lejos de su casa pueda volver.
Así fue como el lunes Marcelo, Guillermina y los hijos de ambos que estaban allí pegaron la vuelta por tierra en dos camionetas. La noticia no le gustó a muchos que ya había criticado la decisión del conductor de irse a su campo de 850 kilómetros cuadrados a pasar el aislamiento.
Pero ese enojo terminó en unos fuertes mensajes de amenazas a la familia que le enviaron a Cande y a Micaela, las dos más grandes del clan, a través de sus redes.
“Ojalá no se enfermen porque no va a haber camas”, dice uno y el otro fue mucho más puntual deseando enfermedades a cada miembro de la familia.
Cande les pidió que “se calmen un poco” y dijo que no hicieron nada ilegal.