El próximo viernes vence el plazo para que los bonistas informen si aceptan o no la propuesta que presentó el gobierno argentino para reestructurar deuda emitida en divisas bajo legislación extranjera, por un monto estimado en alrededor de US$ 67.000 millones.
La iniciativa argentina sumó en las últimas semanas el apoyo de empresarios, académicos, economistas y organismos internacionales, mientras que los principales grupos de acreedores mantienen una posición negativa.
Si bien el Gobierno se reserva el derecho de "posponer o suspender" esa fecha según está indicado en el prospecto enviado a la Comisión Nacional de Valores de Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés), el ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló que "la oferta cierra el 8" de mayo.
"Y lo mejor para ambas partes es que esto se cierre ese día. Si no hay arreglo el 8, la Argentina va a seguir trabajando el tiempo necesario para restaurar la sostenibilidad de la deuda", dijo el titular del Palacio de Hacienda.
Los apoyos
Entre los economistas internacionales que salieron a explicitar su apoyo a la propuesta argentina la semana pasada está Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia.
Sachs, que al igual que el premio Nobel Joseph Stiglitz impulsa soluciones a la crisis de deuda de los países, como la creación de un sistema ad hoc internacional, dijo que "la oferta es realista".
También se destacó un documento firmado por más de 300 economistas y referentes sociales argentinos, a los que se sumaron pronunciamientos de empresarios locales y cámaras sectoriales como la UIA, Adeba, Abappra y Argencon, la entidad que nuclea a las firmas relacionadas con la economía del conocimiento.
Además, el grupo Jubileo y Naciones Unidas alzaron su voz y solicitaron específicamente dejar de pagar deudas de países emergentes temporalmente, hasta que finalice la pandemia de coronavirus. Al mismo tiempo, apoyaron la realización de reestructuraciones de deuda sustentables con una fórmula como la que propone la Argentina en la actualidad, en un informe elaborado por la Unctad y respaldado por el secretario general de la ONU, António Guterres.
Hasta el momento esta posibilidad se materializó solamente para los países más pobres y no para naciones emergentes como la Argentina.
Además del plazo fijado para el próximo viernes para que los tenedores de deuda informen su decisión, esta semana también es clave porque vence un compromiso con el Club de París por US$ 2.100 millones.