El paso de Francisco Maturana no pasó desapercibido en Santa Fe. Menos en Colón, que tuvo a uno de los entrenadores más prestigiosos de América durante la campaña de 2004. Por esas cosas del fútbol, no pudo traducir sus gratos antecedentes en el fútbol argentina, que siempre le es esquivo para los técnicos extranjeros. Un torneo donde la chapa y la trayectoria casi nunca tiene injerencia.
Así y todo, el colombiano trató de ir a lo macro y no quedarse solo con lo mínimo, reflexionando que en Argentina, eso sí, lo único que importa es el resultado. En una entrevista con La Nación, Pacho, como quizás más se lo conoce ponderó el trabajo que hizo José Pekerman y algunas cosas más trazando un paralelo con su país.
"A José le tengo un profundo respeto y admiración desde que fue futbolista en Colombia. Me orientó en algún momento a tomar decisiones. Como colombiano disfruté de su entrega y dedicación en la selección. Puso orden, inclusive con la prensa. Acá hay programas futbolísticos de radio desde las 6 de la mañana, y si uno no los atiende, te voltean. José impuso las ruedas de prensa, trató a todos por igual. Profesionalizó la comunicación, blindó al entrenador. Abrió una puerta que ojalá nunca se cierre", contó.
Siempre fue muy correcto en sus palabras y fue todavía más contundente y coherente tras la huella que dejó el recordado 5-1 de Colombia como visitante a Argentina en 1993: "En lo futbolístico de ese 5-0, yo no escuché a ningún jugador ni a alguien del cuerpo técnico hablar desde la soberbia. Para nosotros fue un partido por los puntos para la clasificación. Nada más. El resultado fue anecdótico. Yo nunca creo que las victorias hagan daño, para eso se trabaja, para ganar. El tema es la interpretación que le damos a las derrotas. En Colombia, ningún jugador, técnico o dirigente dijo que ya éramos campeones del mundo. Porque nosotros no tenemos historia para decir eso".
Luego sio dio paso a su corta carrera en el fútbol argentino: "Es una pregunta muy interesante. Yo siempre que salí de mi casa, lo hice con la intención de que iba a ganar. Le consulto. «¿Cuántas veces fue campeón Colón? ¡Nunca! Bueno, ahí fui yo. ¿Cuántas veces fue campeón Gimnasia? ¡Nunca! Yo fui a dos sitios donde nunca se podía ser campeón. Y fui un técnico más en no conseguirlo. Yo dirigí al Al Hilal saudita, donde fue campeón el Pelado Díaz. Me decían que era el Real Madrid de Asia. Fui y obtuve dos títulos en un equipo que ganó mucho. En la selección de Costa Rica estuve nueve meses. ¿Qué había ganado hasta entonces? La Copa UNCAF, pues yo también la gané. A uno siempre lo recuerdan por lo que gana. Yo fui el primer negrito colombiano en ir a España, al Valladolid. ¿Puede ganar la Liga? Nunca, entonces me decían que había fracasado, pero en esa temporada yo me sentaba a hablar de fútbol con Johan Cruyff, con Fabio Capello. En la Argentina aprendí que solo se recuerda al campeón".
Y en el final, habló maravillas de Santa Fe y de lo que se logró en Colón, más allá de los resultados: "En la Argentina me siento más cómodo, reconocido y respetado que en Colombia. Llego a la Argentina y los muchachos de migraciones me brincan. Voy a Santa Fe y la gente me recuerda bien, los carros (autos) paran para saludarme; todavía me escribe gente de Santa Fe. No solo es ganar, sino la forma como quisimos ganar. Priorizamos el sentido de pertenencia y la identidad de la gente de Santa Fe. Solo tengo palabras de gratitud. Me hicieron sentir fuerte y siento que quedé en deuda por todo lo que me dieron. Mi paso por el fútbol argentino lo veo como algo que me fortaleció a muerte".