El Quillá Amarillo se apresta para una temporada donde renovó ilusiones. Con varias caras nuevas, la exigencia va en aumento donde cada una buscará su sitio de privilegio en el equipo. Pieza clave del equipo es Aldana Grosso, una de las máximas artilleras del elenco con 21 goles la temporada pasada. Tiburona de nacimiento, juega en la institución del Parque Belgrano desde los ocho años. Ella fue una de las primeras en iniciarse en esta formación desde su inicio hace ya tres años.
La delantera realizó un análisis de este tiempo que lleva en la línea. “En este tiempo de haberse conformado, pasamos por grupos de diferentes edades, lugares de procedencia, entre otras cosas. El grupo está consolidado como equipo (no es que antes no lo fuese). Hay muy lindo grupo humano que al fin y al cabo eso es lo que cuenta, lo que vale y desde lo deportivo estamos mejor que nunca”.
A comparación de temporadas pasadas, este año el equipo tendrá el debut de un nuevo orientador táctico. Se trata de Iván Méndez, actual integrante del plantel tetracampeón del “tiburón” en el Dos Orillas y ex jugador de San Jorge de Villa Elisa. “El cambio de entrenador nos vino excelente. Estábamos necesitando alguien más humilde y sobretodo, respetuoso; que esté abocado al equipo, nos tenga paciencia y tenga ganas de aprender con nosotras. Lo que nos transmite es el dar todo por el todo por el equipo constantemente, ser intensas en toda la cancha, apoyarnos y alentarnos entre nosotras. Adaptarnos a él en base a lo que nos quería transmitir no fue muy difícil. Lo conocemos porque juega hace bastante con los caballeros. Es su primer experiencia como DT de un de plantel superior. Gracias a la ayuda del preparador físico, Juani Frabotta, que estuvo con nosotras años anteriores, pudimos llegar a una meta en común”.
En cuanto a objetivos, la atacante afirmó: “Antes de la pandemia, nos planteamos ir partido a partido, mejorando día a día dando siempre un poquito más de lo que se dio en cada partido, dejar todo, no quedarse con ese sentimiento de que no di el todo de mí. Para llegar a lo más alto que uno puede dar es necesario el compromiso y sacrificio pleno de ir a todas a las prácticas y tratar de superarse día a día en tanto en lo físico como en lo técnico. Vamos camino a ello.”
Con motivo del Coronavirus, las jugadoras tuvieron que realizar sus rutinas de entrenamiento en casa. La motivación se fue perdiendo. “Durante el Aislamiento, nos mandaban los ejercicios que teníamos que hacer todos los días. Las primeras semanas estuvimos todas prendidas y haciéndolos, pero cuando se alargó la cuarentena no fue lo mismo que antes”.
Ya se empieza a vislumbrar el regreso a practicas en grupo, aunque con nuevas reglas y requisitos para llevarlas a cabo. “Estamos acostumbrados a estar en constante contacto con el otro ya que es un deporte en equipo. La adaptación a la nueva normalidad y los protocolos de regreso a practicar va a costar. Pero con un poco de cada uno, vamos a poder salir adelante respetando todas las medidas”.