"Ahora estoy solo como oyente y espectador. Después de dejar el fútbol no me quedé ligado. Eso sí, tengo un equipo de veteranos donde despuntamos el vicio ahí", reconoció en una charla imperdible con LT10 el exjugador de Colón, el santotomesino Daniel Wermer, que contó sus sensaciones de haber jugado en el club del que es hincha. Un sentimiento que vino de generaciones, ya que su abuelo y papá eran simpatizantes también.
Alejado de la actividad formal hace tiempo, quien fuera zaguero tenía muchas anécdotas por contar. "En mi caso, no sentí los golpes de dejar el fútbol. Mis viejos fueron laburantes y yo lo tenía muy claro. Uno tuvo que hacer esfuerzos y sacrificios y por eso estaba preparado cuando terminó todo. Sigo siendo la misma persona y trato de dar los mejores consejos a quienes se acercan. Esa es mi vida. Trabajo para una empresa privada y sigo al pie del cañón laburando".
Wermer debutó en Primera en 1978 y permaneció hasta 1981 disputando 18 partidos. Después se fue a Instituto para volver a Santa Fe en 1982 hasta 1988, donde jugó 208 partidos y anotó 24 goles. También militó en Atlético de Rafaela y una experiencia en el exterior. "Me tocó jugar en una época donde no se ganaban las fortunas de ahora y había que laburar a la par. Tuve la chance de irme a México, pero no se pudo dar porque la oferta no favoreció al club, así que ahí se me cortó una posibilidad de hacer una diferencia, pero nada más. Las sumas que se manejan son muy superiores en la actualidad. Ya los primeros contratos de los chicos jóvenes son de una fortuna".
"Yo a Colón llegó a los 13 años. Fuimos con tres amigos a probarnos. Quedamos a la orden de Carlos Zuliani. Así fui pasando categorías hasta llegar a la reserva y el escalón de Primera. Debuté a los 18 años en el Nacional en un equipo conformado por casi todos pibes después del mundial 78 contra River. El técnico era Gitano Juárez", relató Wermer a Diez en Deportes.
"Me tocó jugar con muchos monstruos como la Chiva Di Meola y Cococho Álvarez. Esas cosas te marcan y ayudan a progresar. Nací de Colón y lo llevo muy adentro. Soy hincha. Hubo momentos complicados, donde tuvimos que pelear mucho. Eran tiempos donde la plata no alcanzaba y había que buscar recursos donde no había. Era una cuestión de pelearla en Colón en el Nacional. A veces ni botines teníamos, pero la pasamos", agregó.
Eso sí, no dudó al comentar: "Me retiré con 36 años. Disfruté bastante del fútbol. Dejé porque ya no me convencía la actividad. Vi cosas muy buenas y otras que no van conmigo por mi forma de ser. No dudé cuando me di cuenta que la cosa terminó. Me había ido a Bolivia para jugar en Independiente Petrolero y me puse pensar que estaba muy lejos y que la historia estaba hecha. No sentí para nada el retiro. Por ahí extraño ir a la cancha para ver alentar a la gente, que es incondicional".
"Yo soy de Santo Tomé. Es mi lugar y hay gente que te conoce. Eso quiere decir que uno marcó algo, mucho más sabiendo que me identifico de Colón, que es parte de mi ADN", concluyó.