Cuando Diego Forlán se hizo cargo del plantel de Peñarol tuvo que tomar una decisión importante por dos razones: presupuestal y liberar un cupo de extranjero. El técnico debía optar para el centro del ataque entre el español Xisco Jiménez y el argentino Lucas Viatri.
Ambos habían compartido plantel en el segundo semestre de 2019 y no habían sido todo lo protagonista que el equipo precisaba. De hecho Peñarol terminó perdiendo las finales (primero del Clausura y luego del Uruguayo) ante Nacional sin convertir en ninguno de los dos partidos.
La decisión no era sencilla, pero Forlán la tomó y eligió al español, seguramente basado en los números de cada uno. En ese segundo semestre Viatri había convertido solo tres goles, en tanto Xisco había conquistado cinco, incluido un doblete contra Cerro.
Viatri, hoy de 33 años y en Colón de Santa Fe, debutó en Peñarol en agosto de 2017, por lo que estuvo dos años y medio. Resultó ser un centrodelantero distinto a lo que se imaginaban los hinchas para un equipo grande, porque lo habitual es que quien juega en el área sea el goleador del equipo, pero esta no era la principal faceta del argentino.
Se caracterizó más por ser un delantero de choque, ese que con su buena talla desgastaba muchísimo a los defensas, generaba pelotas sueltas para los compañeros que venían de frente y de vez en cuando aportaba un tanto, como en el clásico del 1-1 por el Clausura 2018 que fue clave para el título, pues el elenco aurinegro terminó ganando la Tabla Anual con una unidad de ventaja sobre Nacional.
En 5.167 minutos que estuvo en cancha, Viatri convirtió 18 goles, lo que da un promedio de un tanto cada 287 minutos, es decir traducido a partidos un gol cada tres juegos.
Xisco Jiménez
El español Xisco, de 34 años, arribó para el segundo semestre de 2019 ante la necesidad de contundencia que tenía el equipo, que por otra parte no atravesaba por un buen momento luego de la marcha del "Toro" Gabriel Fernández.
Al delantero proveniente del Osasuna le costó acomodarse y pasaron varios partidos sin que pudiera anotar, incluso fallando algunas ocasiones propicias para convertir. Sin embargo, una vez que convirtió su primer gol (ante Danubio en Jardines) se destapó y terminó anotando cinco.
Si bien tiene ciertas características como las de Viatri, pues posee un buen físico y va al choque sin problemas, tiene más el arco entre ceja y ceja. Esto, sumado a sus números, seguramente pesó mucho en la decisión de Forlán de apostar por él. Sin embargo, hasta ahora ha sido poca su productividad.
Inició la temporada con gol, anotando el primero del equipo en el Apertura. Fue en el triunfo 2-1 sobre Cerro en el Campeón del Siglo, pero es hasta ahora su único aporte en la red.
Xisco no convirtió luego en la derrota 1-2 ante Defensor Sporting ni en el empate 1-1 con Danubio. Y tampoco lo hizo a lo largo de los amistosos que disputó el carbonero en su preparación para el clásico.
Con 1.204 minutos en cancha, Xisco lleva convertidos seis goles, a un promedio de uno cada 200 minutos, es decir que anota cada dos partidos y fracción. Se podría decir entonces que está más o menos en el promedio de un goleador.
¿Acertó Forlán con su decisión?
La conclusión luego de los amistosos previos al regreso a la actividad es que Peñarol adolece de falta de gol. Por lo tanto, el clásico parece ser un buen momento para que Xisco aparezca y le dé la razón a Forlán por haberlo elegido en detrimento de Viatri. El español necesita un gol ante Nacional para meterse en el corazón del hincha carbonero, como aquel que hizo el argentino en 2018 y que incluso le costó un corte en la cabeza.
No sería necesario que dejara la sangre en la cancha, pero sí que aportara su cuota goleadora.