Luego de la medianoche de este martes, perosnal policía de la comisaría de Cayastá recibió un llamado notificando que en el patio de una vivienda, ubicada en Felipe Segundo S/N, un hombre de 42 años se había quitado la vida. Rápidamente, una adolescente de 13 años salió corriendo del interior de la casa gritando: "¡Mi mamá!".
Al entrar, los oficiales encontraron el cuerpo sin vida de una mujer de 35 años con claros signos de violencia. Además, había un importante desorden que encaminó la investigación hacia un femicidio seguido de suicidio.
La presidenta comunal de esa localidad, Verónica Devia, se encontraba en el velorio cuando dialogó con LT10 y manifestó que estaban transitando "un momento muy doloroso".
Sobre la situación previa que vivía la víctima Fátima Ocampo, Devia repasó que "desde hace mucho tiempo veníamos manejando el caso desde el área de la Mujer. Hubo muchos, muchos llamados de atención y se veía que esto podía terminar así".
Con pesar, la funcionaria remarcó que "Fátima nunca tuvo respuestas. Las denuncias no quedaban en nada, se lo llamaba, mediaban y ella continuaba siendo vícitma de violencia verbal, económica y física. Estaba hostigada, no podía vivir más así", describió al tiempo que señaló que la Justicia no daba respuestas.
Además, agregó que solamente intervenían cuando la expareja, Claudio Gómez, violaba las medidas de restricción y de exclusión del hogar.
Dolor
Devia dijo que el panorama en la localidad "es terrible", principalmente por la hija de 13 años de la mujer asesinada. "Se queda sola, no tiene a la mamá, no tiene al papá, y esta fatídica decisión nos interpela a todos los que vivimos acá".
"Todos tenemos un sentimiento feo de que no pudimos hacer más. Fátima es vícitma de un femicidio pero también es víctima del sistema judicial que tenemos, que hay que revisar porque no puede ser que un fiscal decida desde su escritorio y sin conocer la realidad el destino de una persona", destacó.
El homicida, que luego se suicidó, había estado detenido solo 24 horas en 2018, y demorado hace un día por violar las medidas de restricción y liberado unas horas antes de cometer el femicidio.