Este martes al mediodía, la tranquilidad del feriado se interrumpió en Sauce Viejo cuando un cuerpo apareció flotando en el río Coronda, a la altura de calle Uruguay. Con el correr de las horas, los restos fueron identificados y comenzaron a surgir ciertos detalles de la investigación.
La víctima era Matías Emanuel Casco, de 30 años. Al momento de ser hallado, su cadáver estaba envuelto con un plástico y un tejido, al cual había sido sujetada una piedra atada con un alambre. Pero además, tenía un disparo de arma de fuego en la cabeza.
El joven era buscado desde el miércoles 3 de diciembre. Ese día sus familiares radicaron la denuncia y se emitió el pedido de paradero. Fueron ellos quienes dieron información de interés para la búsqueda.
Por ejemplo, advirtieron que Casco trabajaba para un hombre en la zona rural de Recreo. Cuando la Policía acudió al campo de este último, se encontró con 350 plantas y plantines de marihuana. Asimismo, se supo que se trata de una persona con antecedentes por infracción a la Ley Nacional de Estupefacientes.
De hecho, al parecer el joven asesinado le había manifestado a sus seres queridos que quería romper el vínculo laboral con aquél, porque le estaba pagando con droga.
Por estos detalles, entre otros, la muerte de Casco tendría el sello inconfundible de un crimen narco.