En las últimas horas ingresaron al hospital Dr. Orlando Alassia un nene de un año y ocho meses y una nena de tres años, ambos intoxicados con plomo. Su caso se suma al de la niña que el pasado 6 de enero murió en ese nosocomio, tras ingresar con muerte cerebral aparentemente causada por agua contaminada.
Ahora, se conoció que las familias de los tres chicos vivían -hasta ayer- en un sector usurpado de Cerplac, una fábrica de baterías abandonada. Así lo confirmó a LT10 Alejandra Dupouy, intendenta de Ceres, quien comentó que si bien se trata de instalaciones privadas, esas personas “hicieron cerramientos y se metieron a vivir”.
“Desde el Municipio siempre advertimos que no creíamos que esas instalaciones fueran habitables y que seguramente contenían contaminación con plomo”, aseguró, y argumentó que como Ejecutivo local no pueden “accionar si no está la Justicia con una medida de por medio”.
Asimismo, sostuvo que esas personas “siempre negaron la realidad del lugar, nunca entendieron la gravedad”, hasta tanto no llegaron los resultados de los estudios practicados al agua.
Por otra parte, dijo que el Municipio ya “dio aviso” a la Provincia, pero no obtuvo respuesta ni intervención alguna del área de Medio Ambiente.
De todas formas, en el día de ayer las tres familias accedieron a trasladarse a distintos inmuebles, con la ayuda del gobierno ceresino. “Se trabajó mucho para reubicarlas”, señaló la intendenta, y contó que se trata de personas que tenían trabajo aunque no una vivienda.
Déficit habitacional
Para Dupouy, la situación que se generó con estas familias debe entenderse en el contexto de un “problema estructural” de Ceres: “la necesidad imperiosa de contar con un techo propio”.
En Ceres “está colapsado el sistema inmobiliario. Es muy difícil conseguir una casa para alquilar y cuando se consigue, los requisitos que piden las inmobiliarias son muchos”, añadió.
Finalmente, especificó que en los últimos tres años más de 900 familias se anotaron en el registro de acceso a la vivienda de Santa Fe.