La placa insignia del Café Tortoni, ubicado en el barrio porteño de Monserrat, fue robada y según aseguraron "tiene más de 160 años y resulta irreemplazable".
La misma tenía el nombre y la fecha de fundación, en 1858, ya que en ese momento era obligatorio poner una chapa indicando esos detalles.
El robo de la placa, ocurrido el sábado, provocó sorpresa e indignación entre los empleados del mítico lugar, que tuvo como clientes a Jorge Luis Borges, Federico García Lorca y Carlos Gardel, entre otros.
"Era la placa insignia que está desde que se habilitó el café. Por entonces era obligatorio tener una placa con el nombre de la sociedad a cargo del negocio y a qué se dedicaba el establecimiento. Decía Gran Café Tortoni. Casa fundada en 1858, venta de helados S.R.L", indicó Miguel González, encargado del emprendimiento gastronómico, en declaraciones que publica el portal Infobae.
"En el día de hoy, a punto de iniciar otro día de trabajo, nos dimos cuenta que la placa fundamental del Tortoni, la más antigua y original, fue robada. El dolor que nos provoca este hurto es inmenso, y más aún luego de un 2020 muy difícil y con un 2021 que tampoco augura un buen pronóstico", indicaron los empleados en un comunicado oficial.
Además, agregaron: "No solemos publicar este tipo de situaciones, pero la verdad que para aquellos que intentamos mantener el Café Tortoni en pie todos los días es un golpe muy difícil de asimilar y nos toca el corazón de manera directa".
"La placa no tiene valor. Tiene más de 100 años y es irremplazable, como el café mismo. Pensamos encargar una placa nueva pero nunca representaría la tradición del Café Tortoni", sostuvo González en referencia al mítico lugar situado en Avenida de Mayo 825.
Los empelados estiman que el delincuente que se robó la placa lo hizo para venderla en el mercado negro como una pieza histórica, con un importante valor económico, pero consideran que se le va a hacer difícil poder lograr ese objetivo.
El hecho delictivo fue denunciado en la comisaría de la zona y ya se inició una investigación para poder dar con los ladrones.