En el marco de lo que será el desembarco de Patricia Bullrich en Santa Fe este fin de semana, LT10 habló con la titular del PRO a nivel nacional.
En primer lugar, la ex ministra de Seguridad de la gestión Macri sostuvo que “voy a Santa Fe a escuchar cuál es el marco de alianzas que quieren llevar adelante en la provincia los dirigentes de mi partido. Nosotros no estamos cerrados a los acuerdos que nos permitan lograr la mejor estrategia electoral. El PRO está consolidando partidos autónomos en todas las provincias. Santa Fe siempre fue muy particular porque había radicales en el Frente Progresista y otros en Juntos por el Cambio”.
Consultada sobre el recrudecimiento de la ola de violencia e inseguridad que padece Santa Fe, Patricia Bullrich manifestó que “está claro que Santa Fe tuvo un retroceso enorme en políticas de seguridad. Mi gestión trabajó muy bien con el gobernador Lifschitz, con el ex ministro Pullaro y con el intendente José Corral”.
En este sentido, agregó que “me llama mucho la atención que Perotti, un dirigente moderado, haya nombrado como ministro de Seguridad a Marcelo Sain, un hombre totalmente ideologizado, de la línea de Zaffaroni. Es imposible combatir el narcotráfico con este marco teórico".
"La situación en Rosario está desbordada. Volvieron los tiroteos entre bandas y la ola de crímenes. Perotti debería haber entendido que en Santa Fe había una vara alta en el trabajo realizado en materia de seguridad entre Nación y provincia. El lugar que más visité siendo ministra fue Rosario y Santa Fe porque teníamos que desarmar el foco de narcotráfico y barrios tomados. Esta política de Estado se hizo con gobiernos de distinto signo porque se entendió la gravedad de la situación. Esta política de Estado se abandonó”, subrayó.
El escándalo del Vacunatorio VIP
La titular del PRO opinó que “el vacunatorio vip no fue una casualidad. Desde la llegada de los aviones comenzaron a hacer un show tipo Malvinas y a partidizar la vacunación. Por ejemplo, en Olavarría llevaron vacunas a un sindicato y se pudrieron 450 vacunas. Luego, vacunaban con las camperitas de La Cámpora. Y esto no podía terminar en otra cosa que en los privilegios para acceder a la vacuna”.