El horno es uno de los electrodomésticos más complicados para limpiar, porque la grasa queda pegada en las paredes y el techo. Pero hay un método casero que te soluciona el problema de limpiar el horno en poco tiempo, y sin gastar mucho.
Los productos específicos para limpiar el horno son muy caros, sumamente abrasivos y peligrosos, y contaminan el medio ambiente. Hay que manipularlos con sumo cuidado, y si te tocan la piel pueden causarte quemaduras e irritaciones.
Pero hay un sistema casero, que dejará tu horno impecable, sin tanto esfuerzo y con mucho menos gasto. Con cosas que habitualmente usamos para cocinar y guardamos en la alacena, que combinadas se convierten en un poderoso elemento de limpieza.
Sólo dos ingredientes: bicarbonato y vinagre, logran despegar la grasa seca y dura de las paredes del horno.
- Mezclar en un recipiente una bolsita de bicarbonato de sodio con un chorro de vinagre (si es vinagre blanco, mejor).
- Revolver y agregar vinagre hasta que se forme una pasta blanda.
- Aplicar con una esponja la mezcla sobre las paredes, la parte interna de la puerta y techo del horno, tratando de que todas las superficies queden bien cubiertas.
- Colocar una fuente para horno llena de agua.
- Encender el horno, y dejarlo actuar unos 40 a 45 minutos a fuego medio.
- Pasado ese tiempo, apagar el horno, y esperar que se enfrie un poco.
- Cuando esté tibio el interior, que no te quemes al tocarlo, enjuagar con una esponja húmeda, sin necesidad de frotar.
La mezcla de bicarbonato y vinagre produce un abrasivo natural, no contaminante noi peligroso. Realizando esta limpieza périódicamente, el horno se mantiene limpio, y la grasa no se queda tan pegada a las paredes interiores.