La propuesta de la creación de una Premier Golf League (PGL) prevista para enero de 2023 generó una fuerte polémica, ya que amenaza con generar una situación conflictiva con la PGA y el circuito europeo, que por ahora cuentan con el apoyo de los principales jugadores.
La iniciativa apunta a realizar 18 torneos al año con la intención de atraer a los 48 mejores golfistas masculinos del mundo, con eje central en los jugosos premios que promete: 28 millones de dólares por competición.
Según revela la BBC, de los 18 torneos que propone la aún futura Premier League, 12 se jugarían en Estados Unidos y el resto se. La bolsa de premios intentará seducir con 4 millones para el ganador y 150.000 dólares para el último clasificado.
"El equipo está listo para salir", dijo hoy Andy Gardiner, del World Golf Group, con sede en Gran Bretaña, que promueve la PGL. "Hemos utilizado los últimos ocho meses para revisar cada pieza del modelo y para asegurarnos de que los acontecimientos de los últimos doce meses con Covid no han cambiado nuestra forma de pensar", añadió el empresario.
"La fecha de enero de 2023 ahora mismo es totalmente factible. Veremos cómo van las conversaciones con la comunidad que queremos acoger".
Esa comunidad es la de los miembros de los circuitos de la PGA Tour (el circuito que se juega en Estados Unidos y el más importante del mundo) y el European Tour.
Ambas entidades ya advirtieron a sus jugadores miembros que podrían ser expulsados de esos circuitos si jugaban en eventos organizados por la PGL o la Super Golf League (SGL), respaldada por Arabia Saudita, otro competidor en ciernes.
Hasta ahora, grandes jugadores como Tiger Woods, Brooks Koepka, Jon Rahm y Rory McIlroy, dijeron que no se dejarán seducir por las grandes remuneraciones y no abandonarán el barco de la PGA.
McIlroy hizo una comparación entre la iniciativa de la PGL y la Superliga Europea de Fútbol, propuesta que se derrumbó 48 horas después de su anuncio tras una enorme reacción mundial en contra.