Una noticia sobre el robo a dos viviendas ocurridas en el barrio cerrado Altos de la Ribera en la zona de countrys no pasó desapercibido cuando promediaba el mes de febrero y durante un fin de semana largo. El caso tuvo una fuerte repercusión en la opinión pública, porque los barrios cerrados cuentan con guardias de control de una agencia de seguridad privada en el acceso y en la salida. Además, porque tienen sistema de cámaras de videovigilancia con registro de imágenes las 24 horas. Aún así los robos se produjeron, fueron importantes cantidades de dinero, armas de guerra, joyas y efectos personales valiosos. Las víctimas denunciaron lo ocurrido en la Subcomisaría 15 de la ciudad de Santo Tomé, y unos pocos días después, dos hombres, entre ellos un profesional de la ingeniería química y su cómplice fueron aprehendidos en el marco del trabajo policial que fuera desplegado por los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal AIC. Uno de los delincuentes terminó preso en la cárcel de Coronda, el restante, el profesional, cumpliendo prisión preventiva domiciliaria. Pero, la noticia de esta semana, fue que la mujer de uno de los delincuentes presos por los robos, junto a otras mujeres de su entorno familiar, salían a robar a abuelas y abuelos en distintos barrios de la ciudad de Santa Fe, usando a sus hijos como carnada para cometer los ilícitos.
Derivaciones
Las derivaciones insospechadas de los robos al country Altos de la Ribera, estuvieron de la mano de las mujeres que son familiares del preso alojado en la penitenciaría corondina, cuando esta semana se conoció la noticia de los 13 allanamientos ejecutados simultáneamente durante esta semana por los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal AIC, 11 de ellos fueron hechos en la ciudad de Santa Fe, uno en una celda de la cárcel de Coronda, y el restante en una vivienda de la ciudad de Cañada de Gómez en el departamento Iriondo. Las intervenciones telefónicas que permitieron la aprehensión de los dos hombres en el mes de marzo, también contuvieron información sobre los robos perpetrados a personas mayores o ingenuas a manos de cuatro mujeres que se valieron de sus hijos para perpetrar robos en viviendas familiares en distintos barrios de la ciudad de Santa Fe, usando casi siempre un automóvil negro.
La nómina del terror
El 11 de abril de 2021, en una viveinda de calle Castelli al 1600 de la ciudad de Santo Tomé, una mujer denunció que dos mujeres y un menor ingresaron a su vivienda y le robaron telefonía celular y un I Pad; el segundo de los robos fue perpetrado tres días después, el 14 de abril, en este caso en una casa de pasaje Venialbo al 5500, donde usando como ardid necesidades fisiológicas de un menor que estaba junto a dos mujeres que bajaron de un auto negro, lograron acceder al interior del inmueble de un hombre de 84 años, y robaron elementos de valor.
El 20 de abril, en una vivienda de calle San Martín al 6900, tres mujeres en compañía de un chico, con el pretexto de tomarle la presión a la moradora de 84 años, entraron al inmueble, robando del interior dinero en efectivo, electrodoméstico y electrodomésticos, además de una billetera con documentación personal, la que fue hallada después a varias cuadras y vacía. El 21 de abril, una mujer de 81 años que vive en una casa de calle San Martín al 6300, le abrió la puerta a tres mujeres con tres chicos, que lograron ingresar a la vivienda con el pretexto de necesidades fisiológicas de los menores, y después robaron elementos de valor.
El mismo día, las mismas mujeres con los mismos chicos, ingresaron en un comercio de calle Sarmiento al 2200 de la ciudad de Santo Tomé, y robaron prendas de vestir, y luego se fueron en un automóvil negro. En fecha 24 de abril, ocurrió el tercer delito de las mismas características que los anteriores, solo que en una finca de calle Zavalla 3000, que denunció que dos mujeres que bajaron de un auto negro, pidieron ingresar con una criatura para usar el baño de la vivienda, y luego constataron con sus familiares el robo de elementos de valor del interior.
El 25 de abril, repitieron la línea argumental del ardid, y así pudieron vulnerar la buena fe del propietario de un inmueble de calle Saavedra al 1100 en el barrio Sur, y accedieron al interior de la finca y se llevaron todos los elementos de valor que hallaron a su paso, electrodomésticos y joyas; el 26 de abril fue el turno de una mujer de 85 años en su casa de Urquiza al 6300, que recibió a dos mujeres con una criatura que tocaron timbre y pidieron usar el baño de la vivienda para una criatura que las acompañaba. En este caso, la presencia permanente de la mujer, permitió frustrar cualquier sustracción, pero la dueña de casa denunció el caso en la Policía.
Mismas víctimas, idéntica modalidad
Los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal AIC, cuando tuvieron certeza sobre la reunión de las denuncias de las víctimas, sus calidades personales y el ardid de las mujeres delincuentes, hallaron no solo la misma modalidad delictiva, sino la misma línea argumental para engañar a sus víctimas, y en todos los casos llegaban y escapar en un auto negro..
Allanamientos y aprehensiones
El corolario de toda la investigación fueron los allanamientos ordenados por la justicia en distintas viviendas de diferentes barrios de la ciudad de Santa Fe, de una celda de la cárcel de Coronda y en una casa de la ciudad de Cañada de Gómez en el departamento Iriondo, cuyos resultados fueron las aprehensiones de cuatro mujeres y el secuestro de un auto negro usado para perpetrar engaños, hurtos y robos en viviendas de personas mayores, y que dejaron como saldo el secuestro de elementos probatorios incriminantes que se presume que fueron sustraídos en llas viviendas particulares de las víctimas.
La vida te da sorpresas
Los cortes y retazos en liquidación que quedaron después de la aprehensión de dos hombres íntimamente vinculados con los dos robos perpetrados en el country Altos de la Ribera, -grabaciones telefónicas- parecían a principios del mes de marzo, ser el último acto de la actividad criminal de los dos aprehendidos. Aunque, evidentemente, otra parte de la organización dedicados a robos menores, son también parte integrante del mismo clan delictivo, con la consabida repugnancia de saber con certeza, que varias de esas mujeres usaron como carnada a sus propios hijos, para entrar a robar mediante engaños a viviendas de abuelas y de abuelos en distintos barrios de la ciudad de Santa Fe..