Novak Djokovic lanzó una suerte de contramensaje al expresar que la presión es un privilegio, en pleno debate después de que la decisión de la gimnasta estadounidense Simone Biles de retirarse de dos pruebas haya puesto en primer plano el impacto de la presión sobre la salud mental de los atletas.
"Obviamente no voy a decir que soy capaz de aislarme de todo el ruido mediático que existe en torno a mí y mis opciones de ganar en este evento olímpico. Lo veo, lo escucho, lo percibo y sé que está ahí, pero con el tiempo he aprendido a desarrollar mecanismos de gestión emocional que me permiten ver todo eso como algo positivo, y no como algo que puede destruirme", expresó.
Y continuó: "Siento que la presión es un privilegio y que sin ella no existiría el deporte profesional. Los que queremos estar en la cima debemos aprender a lidiar con eso, tanto dentro como fuera de la cancha". Nole es uno de los jugadores que medita diariamente y contó que incluso en momentos decisivos, como la final de Roland Garros, tuvo una voz negativa muy potente en su cabeza.