El nadador santafesino Santiago Grassi se ubicó sexto en su serie de los 50 metros libres y registró un tiempo insuficiente en el Centro Acuático de Tokio para avanzar a las finales de la competencia, de manera que resultó eliminado de los Juegos Olímpicos.
El santafesino de 24 años cronometró un tiempo de 22 segundos y 67 milésimas, lejos del ganador de su serie, el serbio Andrej Barna (22s29/1000) y también del segundo, el trinitense Dylan Carter (22s.46/1000) y no pudo ingresar entre el selecto grupo de los 16 finalistas al ubicarse 38 en la general.
Una vez finalizada su participación en Tokio, Grassi habló con De Diez por LT10 (AM 1020) y FM "X" (103.5), y comenzó analizando: "La experiencia fue excelente, representar a mi país en un Juego Olímpico no tiene comparación, se vive y disfruta de una manera especial, no tiene comparación. Se vive y disfruta de una manera especial, es único e inigualable, poder hacerlo de nuevo fueron muchas emociones, por lo que signifió estar acá, por lo que fue tratar de competir a mi máximo nivel, estoy muy contento".
"Terminé de competir hace un par de horas, fue en 50 metros libres, así que ya terminé. Tengo una mezcla de alegría porque aprendí a disfrutar de lo que hago de otra forma, de no medir todo con la vara del exitismo, aprendí que todo lo que hago tiene un lado bueno, cada paso es hacia adelante, incluso cuando no sale como quiero. Fue emocionante porque el tiempo no me alcanzó, me sorprendió, creí que iba a estar más rápido. Pero tuve que aprender a saber que si lo di todo, no hay nada que aprovechar, obvio que queda el sabor amargo de que puedo más. Pero tengo que aceptar lo que hice y darle mérito a lo que hice, pudo ser mejor, estoy seguro que sí, pero estoy aprendiendo a estar contento con eso", agregó en otra parte de la charla.
Y luego, al borde de las lágrimas, agregó: "En lo mental estoy al borde del llanto emocional, cuando te das cuenta de lo que costó llegar acá, fue una semana muy emotiva, porque significó mucho, hace 20 meses que estoy fuera de casa. Llegar acá no es solo bajar un tiempo, eso es lo que me hace levantar todas las mañanas y me motiva a hacer lo que hago, pero estoy diferenciando las cosas que me hacen felices y me hacen bien. En esta época del año con la pandemia y con tantas crisis que hubo que superar como personal y como sociedad, en un año muy duro. Pero estoy satisfecho de que encontré la paz en lo que es mi salud mental, no es poca cosa. Estamos viendo en este Juego Olímpico que los deportistas tenemos sentimientos, y que la salud mental es muy importante. Fui a un evento deportivo y la pasé bien".
Pero más adelante afirmó: "Como deportistas tenemos un lindo mensaje que dar, porque somos muy cerca de lo que es la clase trabajadora, que tenemos que levantarnos todos los días, hay que hacer un esfuerzo, ser determinante, nos relacionamos con la mayoría de la gente, nadie nos regaló nada, hoy se está viendo mucho la depresión, y los problemas mentales. Están las etiquetas, que afectan mucho. Espero que estos Juegos Olímpicos se recuerden como los que los atletas tuvieron que buscar la solución por todos los medios para participar, a todos nos pasará que algo saldrá cuando no está planeado".
En cuanto a lo que viene, dijo: "Me gustaría hacer una mejor preparación, hay muchas inseguridades, ya que desde lo económico no sé si podré pagar el alquiler el mes que viene. Sé que voy a volver a Estados Unidos pero no sé de qué forma. Ojalá que algunas cosas cambien para bien, dentro de esas cosas quiero llamar a dar un mensaje escuchando las noticias, nuestro deportes son todos los días, me sorprendió que pasando las noticias lo único que se escucha fútbol, pero los valores del deporte se transmite a través del deporte amateur. Pero en Argentina si no sos futbolista no te tienen en cuenta. Entonces aprender y llamar a que podemos ser mejores. Todos queremos medallas, pero para eso necesitamos una mejor preparación, y que más gente sepa lo que hacemos. Los deportistas necesitan de sus fans, y el problema es que no nos conocen".