Desde hace dos meses, barrio El Pozo viene un delito que comienza a ser usual en distintos sectores de la ciudad: el robo de las rejillas de las bocas de tormenta.
Este fin de semana, la situación llegó a tal punto que desde la vecinal debieron señalizar las alcantarillas al descubierto para que no se produzcan accidentes. "Cada rejilla mide 50 centímetros y hay tres, así que queda un pozo bastante importante y peligroso de un metro y medio", comentó la presidenta de la mencionada entidad, Estela Santa Cruz.
En un primer momento, recordó, se llevaban las tapas de Aguas Santafesinas, y ahora se está dando en los desagües. "Los vecinos dicen que son dos personas que van en moto", comentó.
"Si ya hicieron esto, pensamos que van a continuar haciéndolo", lamentó, y pidió a la gente que no compre el material robado.
Por otra parte, Santa Cruz se refirió al problema de los socavones en esa zona de la ciudad. "Se nos está derrumbando el asfalto. Cada vez hay más peligrosidad", aseguró, y agregó que esperan respuestas a notas y planos presentados ante las autoridades.