El cordobés de Río Tercero, José María Pechito, se dio el gran gusto de su vida al quedarse con las 24 Horas de Le Mans junto al británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi del Toyota Gazoo Racing, después de las frustraciones sufridas en las dos anteriores ediciones. Ya de regreso a Argentina, atendió amablemente a LT10 y contó sus sensaciones a Velocísimo.
"Muy feliz realmente. Se cumplió un objetivo perseguido por años. Ganar esta carrera era un anhelo y la verdad que contentísimo. Es un sueño hecho realidad", contó.
Luego fue dando más detalles: "Es una carrera especial y por eso todos la quieren ganar. La más complicada del mundo. De una intensidad única. Sabíamos que teníamos la velocidad, pero estaba la incertidumbre de correr con autos nuevos, porque podía fallar algo. Gracias a Dios salió todo bien".
Respecto al quiebre, Pechito argumentó: "El momento más complicado fue la noche. El que conoce Le Mans, sabe que ahí se define la carrera. Me tocó a mi llevar el auto en ese momento y me sentí muy cómodo. Fue importante rendir. Cuando me subo al auto logré afianzarnos en la punta".
"La pista cambia muchísimo. En verano en un momento baja mucho la temperatura con la lluvia y eso le dio un condimento especial. Las condiciones de la pista dificultaron la tarea de todo el mundo", aseveró.
Mientras que en el final, enfatizó en que, para llegar a este tipo de cosas, "el camino que se recorre es lo más importante. Yo corro por el camino y la meta de superarme día a día".